Rubén Cortés.
El presidente, que sí le sabe a su negocio, deja un hijo manejando el partido gobernante, y otro en los caudales: Andy en Morena, y Bobby en el proyecto del Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec. El presidente entiende que un político pobre es un pobre político.
Resulta raro el asombro ante el acomodo en el que deja el presidente a los dos hijos que les gusta la política. Raro, porque es público que Morena fue creado por el presidente con familiares y amigos: un movimiento político de familias y amigos que, como pulpo, ya envuelve a los tres poderes.
Por eso, Andrés “Andy” López Beltrán será el secretario general de Morena, donde tendrá los botones del cuarto de mando de la operación política del país; y Gonzalo “Bobby” López Beltrán seguirá como supervisor del Corredor, un negocio que mueve 328 mil millones.
Mientras, seis o siete familias fundadoras de Morena controlan los cargos en los tres poderes del Estado y los tres niveles de gobierno: los Batlett Díaz, los Alcalde Luján, los Taddei, los Batres Guadarrama, los Godoy Ramos, los Sandoval Ackerman.
Para entender que este grupo de familiares y amigos sea hoy el dueño del país, debe de bastar recordar cómo Morena surgió en 2011, en una idea formada exclusivamente de la cabeza del actual presidente:
—Sus hermanos Pío y Ramiro encabezaron la estructura en Chiapas.
—Su hijo Andrés la dirigió en Tabasco.
—Su sobrina Helena fue la Tesorera en Campeche.
—Su exchofer Nico en Quintana Roo.
—Layda Sansores en Campeche.
—Monreal en Guanajuato, pero en su tierra, Zacatecas, fue su asesor Luis Medina.
—Bertha Luján, su ex contralora en el GDF, dirigió la estructura en Chihuahua y su hija, Luisa María Alcalde Luján, la de Durango.
—Luisa María Alcalde Luján impuso en Durango a sus amigas María de Jesús Páez, como dirigente estatal, y a Socorro Páez al frente del Comité de Honestidad y Justicia.
—Jaime Bonilla, quien puso a su servicio su canal de TV abierta Pacific Spanish Network en California, 9 cableras y 4 radioemisoras en San Diego, Santa María, Chico, Salinas, Monterrey y Sacramento controló la estructura en Baja California.
—Jaime Bonilla colocó en el liderazgo en Baja California a los esposos Arturo Geraldo y Esperanza Íñiguez, dos amigos suyos.
Morena es un cerrado grupo de amigos íntimos y familiares, en el cual todos aceptan al actual presidente como el jefe de por vida: por eso es que, de manera tan natural como respira, el presidente deja a Andy en el control del partido; y a Bobby como supervisor del multimillonario Corredor.
A quien sea atribuida en la mitología política nacional, la frase es verídica: “Un político pobre, es un pobre político”.
Faltaba más.
