Carlos Arturo Baños Lemoine.
En menos de una semana, nuestra pobre y empequeñecida América Latina ha exhibido lo peor de su mancha roja en el ámbito de la política. Tres tiranos comunistas han exhibido, al unísono, sus deleznables excesos psicopáticos; hasta parece que se pusieron de acuerdo para sorprendernos al mismo tiempo. Me refiero a Nicolás Maduro, tirano comunista de Venezuela, a Daniel Ortega, tirano comunista de Nicaragua, y a Andrés Manuel López Obrador (AMLO), tirano comunista de México.
En Venezuela, Nicolás Maduro, ese bigotón represor, ridículo y bobalicón que juega a ser Presidente, no sólo sigue sin mostrar las pruebas de su nada creíble triunfo electoral. También sigue reprimiendo y acosando a la oposición política y a la poca prensa libre que queda por allá, e inventando “complots golpistas y fascistas por parte del imperialismo yanqui”. Y, lo peor, da signos inequívocos de locura al adelantar, por decreto presidencial, las fiestas navideñas. ¡Caray, ni Calígula!
En Nicaragua, Daniel Ortega, el guerrillero comunista que tumbó al dictador Anastasio Somoza Debayle para quedarse con la dictadura previo cambio de color, hizo que la sumisa Asamblea Nacional reformara el Código Penal de esas tierras para permitirle a la dictadura perseguir, reprimir y enjuiciar extraterritorialmente a sus opositores y críticos, de tal suerte que salir de Nicaragua a fin de tratar de sobrevivir en el exilio ya no basta para evitar los tentáculos represores del resentido psicópata sandinista. Claro, esto nos recuerda el asesinato del ruso León Trotski en tierras mexicanas.
Y, finalmente, en México, el Tirano de Macuspana, Andrés Manuel López Obrador recién rindió su Sexto Informe de Gobierno, gracias al cual nos acabamos de enterar de que no estamos igual que Dinamarca, no, sino mejor que Dinamarca. Vaya, casi vivimos en el Paraíso Terrenal antes del Pecado Original. Bien lo dicen los manuales de psiquiatría y psicología: la visión alterada de la realidad es un rasgo característico de la psicopatía; de tal modo que los psicópatas ven lo que no existe o ven perturbadamente aquello que sí existe.
Para López Obrador, no existe la dramática evidencia empírica de todos los días. Para el Tirano de Macuspana sólo son válidos sus datos inventados o sus datos no ajustados a la realidad. Una vez más la cantaleta ésa de “Yo tengo otros datos”. AMLO vive en su mundo de ensueño, donde sus borregos cantan “Es un honor estar con Obrador”.
Pero lo peor de todo esto, no es que Venezuela, Nicaragua y México padezcan el gobierno de tres psicópatas comunistas, sino que los tres dementes autocráticos son aplaudidos y vitoreados estruendosamente por masas acéfalas, resentidas y acríticas que, con facilidad, resultan manipulables a través de limosnas. Y, claro, cuando las limosnas no bastan se recurre al palo. Buenas son las dictaduras para aplicar la estrategia de “palo o zanahoria”.
Y, así, cabe preguntarnos hacia dónde va América Latina y, especialmente, hacia dónde va México. ¿Cuánta roja demencia política podremos seguir soportando?
Facebook: Carlos Arturo Baños Lemoine
Twitter: @BanosLemoine
YouTube: Carlos Arturo Baños Lemoine
Instagram: banos.lemoine
Blog: https://banoslemoine.wordpress.com/
Esta videocolumna de análisis, crítica y opinión es de autoría y propiedad exclusivas de Carlos Arturo Baños Lemoine. Se escribe y publica al amparo de los artículos 6º y 7º de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. Cualquier inconformidad canalícese a través de las autoridades jurisdiccionales correspondientes.