Raúl Flores Martínez.
Han pasado un mes y un par de días de que 16 colonias del municipio de Chalco viven entre las aguas pestilentes de drenaje y toda la fauna que conlleva la pestilencia y el olor a podrido, 16 colonias que después de las lluvias del sábado aumentaron a 28.
La Colonia Culturas entre otras del municipio de Chalco, Estado de México, fueron escenario de una catástrofe natural que dejó una marca profunda en la comunidad. Las intensas lluvias que cayeron durante varios días consecutivos provocaron el desbordamiento de canales y drenajes, causando graves inundaciones que afectaron a cientos de familias.
A pesar de las advertencias y el clamor de los vecinos, la respuesta de las autoridades fue lenta e insuficiente, dejando a los habitantes en una situación de vulnerabilidad extrema.
Durante los últimos días de julio, las lluvias torrenciales comenzaron a azotar con fuerza el municipio de Chalco. La Colonia Culturas, situadas en una zona baja y con un sistema de drenaje deficiente, fue de las más afectadas. El agua comenzó a subir rápidamente, alcanzando en algunas zonas hasta metro y medio de altura, inundando hogares, comercios y escuelas.
Las imágenes de la tragedia mostraban a familias enteras intentando salvar sus pertenencias, mientras el agua se colaba por puertas y ventanas. Muchos quedaron atrapados en sus casas, sin poder salir debido a la altura del agua. La desesperación se apoderó de los vecinos, quienes veían cómo sus hogares eran consumidos por el desastre mientras esperaban una respuesta que parecía no llegar.
A pesar de la gravedad de la situación, la respuesta de las autoridades municipales, estatales y federales, fue notablemente lenta. Los primeros apoyos comenzaron a llegar después de varias horas, cuando el daño ya era irreparable para muchas familias.
La ayuda se caracterizó por su desorganización, con distribución irregular de víveres, agua potable y medicamentos. Muchos habitantes de las Colonia Culturas se sintieron abandonados, forzados a depender de la solidaridad entre vecinos y de organizaciones civiles que acudieron en su auxilio.
Hoy se arrepienten de haber vendido su voto a Morena, los 3 mil pesos que les dan bimestralmente no les alcanzaran para una cámara o un refrigerador, mucho menos para reparar los daños en la estructura de sus viviendas que fueron afectadas por el mal drenaje que se tiene en Chalco.
Hoy se aplica solo el “vende caro tu amor aventurera”…