Raúl Flores Martínez.
No es un secreto que el presidente Andrés Manuel López Obrador llegó al poder con un discurso de cambio y transformación, prometiendo abordar los problemas estructurales de México. Sin embargo, a mitad de su mandato, varios compromisos siguen pendientes.
Pendientes por qué nunca dejó su papel de ser el eterno candidato de izquierda, ser aquel terco que dejó pasar su poder político como dirigente de México para ponerse a trabajar en lo que él prometió y nunca cumplió-
De sus principales promesas incumplidas quedarán en el olvido el combate a la corrupción: A pesar de la creación de la Fiscalía General, casos emblemáticos como Odebrecht y La Estafa Maestra siguen sin resolverse, lo que es peor, los supuestos involucrados están libres.
En el tema de la Seguridad pública: La violencia y el narcotráfico siguen desatados, con récords de homicidios y desapariciones que superan por demás a la llamada guerra contra el crimen organizado que emprendió Felipe Calderón en 2006 y que dejó miles de muertos.
Los creyentes del mesías tabasqueño, ciegos de amor con bofetadas de una mísera pensión, siguen sin entender que el crecimiento económico es lento, y la inversión extranjera directa ha disminuido, prueba de ello los negocios que ya no se repusieron tras el cierre masivo durante la pandemia del Covid 19.
En el tema de la salud, la llamada reforma del sistema de salud sigue en standby, y los hospitales públicos enfrentan escasez de medicamentos y personal, y nunca, nunca se tendrá el famoso concepto de tener un sistema de salud como Dinamarca.
En el rubro de la educación ya mejor no ponemos ese punto, porqué con sus supuesta y revolucionaria reforma educativa la cuál ha sido cuestionada, y los maestros siguen en protesta por los bajos recursos que tienen al igual que los niveles de educación que más bien, son niveles altos de adiestramiento socialista.
En el tema del medio ambiente y la supuesta protección de áreas naturales y la lucha contra la deforestación siguen siendo débiles, sobre todo en toda la ruta del tren maya que destruyó hectáreas de selva; pero para el mesías tabasqueño, eso es mentira a pesar de las pruebas documentadas.
Pero eso no será problema, cuando se deja toda la información reservada por años, lo que cuestiona severamente la transparencia de la actual administración que ha sido omisa en el acceso a información pública y la opacidad en contrataciones gubernamentales siguen siendo críticas.
No debemos destacar que, a pesar de algunos logros, las promesas incumplidas de López Obrador generan desilusión y escepticismo porque la sociedad mexicana esperaba resultados concretos y una gestión efectiva para abordar los retos nacionales, esperaba porque ya a unas cuantas semanas que termine su mandato, solo vemos a un país colapsado en temas de educación, salud y otros más.