Por. Raúl Flores Martínez
México enfrenta una crisis humanitaria sin precedentes: la desaparición forzada de personas y la existencia de fosas clandestinas es el sello de esta administración que agoniza entre la impunidad y el desorden.
Es un hecho que el presidente Andrés Manuel López Obrador pasará a la historia, como el pequeño tirano de los colectivos de madres desaparecidas que cada día que pasa se enfrascan en una lucha contra la impunidad y la indiferencia que han permitido que esta tragedia se prolongue, dejando familias destrozadas y una sociedad en duelo.
La realidad en México a diario se vive, una realidad registrada por algunas organizaciones que han denunciaron que, a través del relanzamiento de la Plataforma Ciudadana de Fosas, en la que participan Artículo 19, Data Cívica y el programa de derechos humanos de la Universidad Iberoamericana, se ha detectado un subregistro en el número de fosas en bases de datos estatales y del gobierno federal.
La plataforma, creada en 2021, reúne información proporcionada por medios de comunicación, fiscalías, procuradurías locales y servicios forenses, y de la Fiscalía General de la República (FGR) a través de solicitudes de información.
Más de 115 mil personas desaparecidas desde 2006 al 13 de mayo de 2024, 3 mil fosas clandestinas descubiertas en los últimos años y más 30 mil restos humanos aún por identificar, es uno de los saldos que se pueden tener, un saldo que no genera dolor ni asombro en las administraciones federales.
No es un secreto que ante el valemadrismo de las autoridades de los tres niveles, las familias que buscan a sus seres queridos sin respuestas recorren el país en busca de justicia e hijos que crecen sin saber qué pasó con sus padres.
Las causas son diversas y van desde el narcotráfico y crimen organizado, la corrupción y complicidad de autoridades, sobre todo la falta de políticas efectivas para prevenir e investigar.
Pasamos un sexenio más sin efectividad en las acciones contra las desapariciones de personas en México, un sexenio de más fosas clandestinas que de respuestas favorables de las autoridades de los tres niveles de gobierno para las madres buscadoras, que ellas seguirán buscando a sus seres humanos, mientras el actual presidente descansará plácidamente en la “Chingada”.
