Estado de México.- Naucalpan, una vez un vibrante centro dentro del Estado de México, se encuentra ahora en una posición precaria, posicionándose como la segunda ciudad más insegura del país, según la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU) realizada trimestralmente por el INEGI. Con un alarmante 89.2% de su población adulta expresando temor por su seguridad, Naucalpan solo es superada por Fresnillo, Zacatecas, donde el 94.7% de los residentes comparten preocupaciones similares. Esta sombría estadística coloca a Naucalpan por encima de otras ciudades asoladas por la violencia, como Uruapan (86.8%), Irapuato (84.8%) y Tapachula (84.7%), lo que resalta la urgente necesidad de acción.
El aumento en la actividad criminal no solo ha empañado la reputación de la ciudad, sino que también ha erosionado la calidad de vida de sus habitantes. Especialmente preocupante es la infiltración del crimen organizado en áreas como Satélite, una zona históricamente conocida por su actividad comercial. El infame ‘cobro de piso,’ una forma de extorsión que obliga a los dueños de negocios a pagar por protección, se ha convertido en una amenaza diaria. Este fenómeno ha infundido miedo entre los comerciantes y residentes locales, quienes ahora enfrentan la cruda realidad de que sus vidas y medios de subsistencia están bajo amenaza constante.
Eventos recientes subrayan la gravedad de la situación. El pasado 9 de agosto, se dio un avance significativo cuando la policía estatal arrestó a cinco hombres, de entre 25 y 46 años, identificados como miembros del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG). La detención se logró gracias a las valientes acciones de un empresario local de la Zona Azul en Satélite, quien se negó a ceder ante las demandas de los criminales de una asombrosa suma de 2 millones de pesos. Su rápida denuncia a las autoridades llevó a un enfrentamiento en el que los sospechosos utilizaron armas de fuego contra la policía, destacando aún más el peligroso entorno que enfrentan tanto los residentes como las fuerzas del orden.
La realidad que enfrenta Naucalpan exige una respuesta integral y coordinada de todos los niveles de gobierno. La creciente influencia del crimen organizado debe ser enfrentada con acciones decisivas para restaurar la seguridad y la confianza en esta comunidad. Sin una intervención inmediata y efectiva, la percepción de inseguridad seguirá creciendo, debilitando aún más el tejido social y económico de Naucalpan.
Naucalpan lucha contra la inseguridad
La lucha de Naucalpan contra la inseguridad es emblemática de los desafíos más amplios que enfrentan los centros urbanos en todo México. El aumento del crimen, particularmente en áreas de importancia económica como Satélite, es un claro indicador de la urgente necesidad de fortalecer las medidas de seguridad.
El reciente arresto de miembros del CJNG ofrece un rayo de esperanza, pero la lucha contra el crimen organizado requiere una vigilancia y un compromiso sostenidos. Es imperativo que las autoridades locales, estatales y federales colaboren para devolver la paz y la estabilidad a esta comunidad que alguna vez prosperó, asegurando que Naucalpan no se convierta en un componente permanente en las filas de las ciudades más peligrosas de México.
Redacción
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