Rubén Cortés.
La falta de escrúpulos en el “Bienestar” en este gobierno fue sobre todo una cuestión moral: Fracaso del Gas Bienestar, contratos a amigos en Secretaría del Bienestar, robos en el Banco del Bienestar, clonación de tarjetas a Becas del Bienestar. Una rapiña.
“Bienestar” fue el sello del todavía presidente para denominar cuanta dependencia se le ocurrió crear o renombrar. Toda la pirotecnia propagandística de eso de “Bienestar” marcará a fuego su gobernanza. Y, la verdad, casi todo fue un fracaso. Veamos:
Por los desfalcos, Gas Bienestar no funcionó en CDMX y no pudo expandirse a todo el país, aunque el presidente se empeñó en crearlo para distribuir gas a precio justo, porque “no he podido lograr que deje de aumentar el precio por encima de la inflación”.
Ejemplo: en 2021-2022, Gas Bienestar recogió 648 mil tanques en mal estado para repararlos, pero reportó después que había reparado 790 mil 503. O sea, 142 mil 503 tanques fantasma. Alguien se clavó el dinero. Y la inversión era millonaria: mil 298.3 millones.
La Secretaría del Bienestar, encabezada por Ariadna Montiel (quien repetirá en el cargo con Claudia Sheinbaum), otorgó por inspiración personal el 97 por ciento de los contratos. O sea, nada de licitaciones públicas. Todo para conocidos ¡Nomás faltaba más!
Las empresas más beneficiadas son Edenred, Soluciones Tecnológicas Especializadas, Sixsigma Networks México, Hands Production Services, Finca M y M, Salvador Hernández y Axtel: una danza de millones y millones de pesos para todas ellas.
A Banco del Bienestar le roban 137 millones, aunque paga mil 300 millones en seguridad; y salió del mercado de remesadoras y cortó su relación con bancos de Estados Unidos. Y los Cajeros del Bienestar no entregaron 117.17 millones a los usuarios.
La salida del mercado de remesadoras se debió a que había información sobre una investigación del Departamento de Estado, por sospecha de manejo de dinero de procedencia ilícita. En caso de sanción, Estados Unidos habría congelado las cuentas.
Y el Tribunal Federal de Justicia Administrativa, descubrió que gerentes y funcionarios del Banco del Bienestar le quitan dinero a los viejitos, previo robo de la clave y contraseña, para acceder al sistema de caja: este año les tumbaron 117.17 millones de pesos.
También hay enuncias y testimonios de jóvenes estudiantes con Becas del Bienestar, quienes ven desaparecer los depósitos del gobierno, en cuentas con ahorros acumulados: les clonan las tarjetas y roban información personal y bancaria.
Son numerosos casos en lo que el sello “Bienestar” ha sido degradado por desfalcos, trampas, irregularidades y casi todo tipo de fechorías típicas de tunantes y granujas, a pesar de que fue un sello que se le ocurrió al presidente.
La verdad: no le hicieron los honores.
