Reinserta logra que 9 de cada 10 jóvenes no regresen a prisión

Por esa razón, desde 2016 la Ley Nacional del Sistema Integral de Justicia Penal para Adolescentes tiene como objetivo la reintegración social de los jóvenes en prisión, que consiste brindarles el desarrollo de actividades escolares, laborales, deportivas y recreativas para que los menores puedan reinsertarse a la sociedad y abandonen la conducta delictiva.
Con el propósito de atender a esta población de menores y brindarles atención y acompañamiento dentro y fuera de prisión para lograr su reinserción social, la organización sin fines de lucro, Reinserta, cuenta con el programa “Reinserción”, el cual presenta un 90 por ciento de efectividad.
En entrevista, Mercedes Llamas, directora de proyectos en Reinserta, explicó que este programa ha logrado impactar en más de mil 300 jóvenes privados de su libertad, cuentan con una tasa de no reincidencia del 90%, es decir, que estos adolescentes no han regresado a prisión, y que 8 de cada 10 participantes de sus programas consigan un empleo o vuelven a estudiar.
“En este programa tenemos una tasa de no reincidencia, es decir, los adolescentes y los jóvenes, en su mayoría, en el 90% no reincide, es altísima esa tasa de no reincidencia y 8 de cada 10 participantes de nuestros programas consiguen un empleo o vuelven a estudiar”, comentó.
Detalló que este modelo consiste en atender y acompañar a adolescentes y jóvenes dentro de centros de internamiento y en prisión, desde que se encuentran cumpliendo una pena privativa de libertad hasta lograr su reinserción social y ayudarles a construir una vida alejada de la violencia.
Talleres, salud mental y justicia restaurativa, los pasos para su reinserción
El primer paso del programa es capacitar laboralmente a los jóvenes privados de su libertad a través de sus escuelas de habilitación laboral en la que imparten talleres de gastronomía, estilismo, barbería, costura, serigrafía, paramédicos, radio y muralismo, así como de arte, cultura y deportes, para que al momento de que cumplan su sentencia y salgan, puedan tener un trabajo y reintegrarse a la sociedad positivamente.
De igual manera, a los adolescentes les dan todo un programa de Salud Mental dentro de prisiones con lo que han logrado reducir hasta un 70% los riesgos de reincidencia y tendencias agresivas.
Además, Mercedes Llamas relató que un punto importante que buscan desde Reinserta es la justicia restaurativa que consiste en que los adolescentes que causaron un daño, se den cuenta de las afectaciones y consecuencias de sus acciones y cómo ellos pueden, con sus acciones, restaurar ese daño, sin quitarles la responsabilidad de sus actos.
En ese sentido, indicó que también están logrando que sus escuelas y talleres, funcionen para reducir la pena privativa de libertad de los jóvenes, pues según la ley, pueden acceder a esto si trabajan, estudian o por buen comportamiento.
“Estamos logrando que nuestras escuelas, en nuestros talleres, funcionen para reducir la pena privativa de libertad, eso está en la ley. Cuando ellos trabajan, estudian y demás, eso reduce su pena, entonces ya estamos logrando que en nuestras escuelas a ellos les funcione para reducir su pena”, aseguró.
Estos jóvenes en prisión también pueden convertirse en mentores dentro de Reinserta y actualmente, la directora de proyectos confirmó que cuentan con 10 mentores que han pasado por todo el proceso y “que han cambiado su vida completamente y que han logrado reinsertarse en la sociedad, que tienen un trabajo estable y que están mentoreando” a estos adolescentes.
“Esto maravilloso, porque tenemos un grupo de mentores que ya pasaron por todo este proceso, ya estuvieron en prisión con todos nuestros programas y salen y entonces se convierten en mentores de nuestra misma población, porque es muy diferente que yo vaya y les diga algo, ‘esto te conviene’, a que vaya una persona que vivió lo mismo que ellos”, señaló.
Actualmente, Reinserta trabaja en más de 15 prisiones de la Ciudad de México, Estado de México y Nuevo León, en las cuales van convocando a que asistan, de manera voluntaria, a sus escuelas para darles una segunda oportunidad fuera de prisión.
Niños cooptados por crimen organizado, otro reto para la sociedad
Puntualizó que uno de los grandes retos es reestructurar el tejido social y que toda la sociedad entienda que todos son cómplices en que los menores terminen en medio de actos violentos o que los niños sean cooptados por delincuencia organizada, al dejarlos completamente solos.
“Tenemos el caso de un niño que fue cooptado a los 6 años, a los 6 años empezó él a pertenecer al delincuencia organizada y nosotros lo encontramos cuando tenía 15 años, ya obviamente haciendo sicariato, él ya matando personas y demás y entonces cuando una persona normal, que no está en este medio, ve a un adolescente de 15 años que está matando, lo inmediato es: ‘que lo encierren’, ‘que lo maten’, ‘que no puede ser’”, indicó.
Sin embargo, señaló que buscan comunicar que para que ese joven de 15 años esté en medio de mundo, tuvo que haber tenido “un padre ausente, una madre que lo vendió a una casa de explotación, una maestra que no le importó si llegaba o no, unos vecinos que escuchaban los golpes y hacían caso omiso, unos trabajadores sociales que no se preocuparon por él”, es decir, toda la sociedad, en cierta medida,”tenemos carga de porqué nuestra adolescencia y nuestras infancias están en el lugar en el que están”.
Por lo que su reto es lograr que las personas no juzguen, sin justificar sus acciones, a esos jóvenes cooptados o en prisión por lo que está haciendo o hicieron, y que vean todo lo que hay detrás para que un adolescente se convierta en un sicario o un delincuente “en lugar de tener una pluma y una computadora y estar aprendiendo y él elija tener un arma en su mano”, pues hay toda una sociedad omisa a su alrededor.
Un programa que es posible gracias a patrocinadores
Toda esta ayuda a los jóvenes en prisión ha sido posible gracias financiamiento de grandes patrocinadores, pues aunque al principio la fundación inició en una casa pequeña, empezó a crecer poco a poco con el apoyo económico de USAID del gobierno de Estados Unidos durante 8 años, que les permitió afianzar todos sus modelos, principalmente el de “Reinserción”, así como el del gobierno de Canadá.
Sin embargo, Llamas destacó el financiamiento que Fibra UNO ha brindado a Reinserta “desde el día uno” de haber iniciado el programa de “Sobrevivientes” hace casi tres años, debido a que la empresa les ayudó a consolidar y a empezar dicho programa que brinda ayuda a más de 150 niños, niñas y adolescentes y sus familias víctimas de alguna violencia grave.
“Llevamos casi ya tres años con un financiamiento espectacular, que es el financiamiento de Fibra Uno, los cuales nos han ayudado desde el día uno en el programa de Sobrevivientes y actualmente atiende ya a 150 niños, niñas y adolescentes y a sus familias y ha sido realmente la empresa que nos ha ayudado a consolidar y a empezar el programa de Sobrevivientes, nos financia el programa en su totalidad”, especificó.
Además, indicó que anteriormente se ubicaban en “una casita muy pequeña” y el espacio ya no era suficiente para dar atención a los niños y jóvenes, pero Fibra UNO también los apoyó brindarles unas instalaciones que se encuentran en Insurgentes Sur, en la Ciudad de México y les ayudan con gran parte de la renta del lugar.
“Fibra UNO también nos apoyó con gran parte de las instalaciones en las que estamos actualmente, porque por el tipo de población con el que atendemos, pues atendemos a casi 200 personas que entran y salen de nuestra oficina semanalmente, entonces estamos en instalaciones que están muy bien ubicadas y grandes instalaciones para poder dar esa atención y pues nos ayuda muchísimo con la renta y las instalaciones” comentó.
Redacción
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