Tijuana.- El ‘cobro de piso’, la extorsión del crimen organizado que está en niveles récord en México, ha alcanzado a los albergues de migrantes en la frontera con Estados Unidos, donde activistas temen cerrar los refugios ante las amenazas de muerte que han recibido de las bandas.
Lo que antes se consideraba un secreto a voces entre defensores de migrantes en Tijuana, la mayor urbe del límite norte de México, lo han denunciado públicamente los directivos y coordinadores de estos refugios, donde reportan acoso, infiltraciones del crimen, extorsiones y amenazas de muerte.
El pastor Gustavo Banda Aceves, director del albergue Embajadores de Jesús, el más grande de Tijuana por acoger a 1.300 personas y que está en una zona vulnerable en la periferia, fue de los primeros en denunciar públicamente las amenazas del crimen organizado.
EFE