Por. Raúl Flores Martínez
Chiapas y Tamaulipas en estos días van más allá de los lugares turísticos que ya fueron borrados por la constante agresión de los distintos grupos del crimen organizado que gozan de una gran impunidad y protección de diversas autoridades locales y federales.
Hay datos que me han llamado la atención en Chiapas, sorprendentemente la Secretaría de la Defensa Nacional realizó un operativo, donde detuvo a 21 integrantes de dos células delictivas en el municipio de Tuzantán, Chiapas y se atendieron 18 bloqueos.
De acuerdo con la información oficial, se implementó una operación coordinada con 90 efectivos del Ejército mexicano en el municipio de Tuzantán deteniendo en flagrancia en un primer evento a seis personas, asegurándoles 12 armas largas, 120 cargadores, aproximadamente 3 mil cartuchos, cuatro vehículos y un inmueble.
En un segundo evento, en seguimiento al trabajo de inteligencia, se realizó la detención de 15 individuos y el aseguramiento de 17 armas largas, 107 cargadores, alrededor de mil 800 cartuchos, 296 dosis de cocaína, dos vehículos y un inmueble ubicado en Tuzantán.
Sobre los hechos vinculados con los 18 bloqueos registrados en el área de Chicomuselo, Frontera Comalapa, El Jocote, Bellavista, La Grandeza, El Porvenir y Motozintla, se mantiene un despliegue con una fuerza integrada por 540 integrantes de la Guardia Nacional y del Ejército mexicano, quienes se encuentran atendiendo la situación, donde se encontraban 660 manifestantes; por lo que, gracias al diálogo y a la presencia de agentes y militares, se logró reducir a cinco el número de bloqueos y tres filtros, ubicados en la carretera de Frontera Comalapa hacia Amatenango de la Frontera.
Esto es lo que se tiene en estos momentos en Chiapas, un estado que ya está perdido desde hace algunos años; sin embargo, tanto el mesías tabasqueño como sus remedos de imitadores, como lo es el gobernador Rutilio Escandón, señalan que no hay nada, que todo es bonito y en paz.
Ayer escribimos sobre la extorsión en Tamaulipas, esa extorsión con diferentes protagonistas también se desarrolla en Chiapas, un estado del sureste mexicano tan cerca de Guatemala y tan lejos del Gobierno Federal, un gobierno indolente que no le pone empeño para cuidar a sus ciudadanos.
Algunos funcionarios del Gobierno de la Cuarta Transformación se burlan de los chiapanecos que se van a Guatemala al decir que se van guatepeor; tienen razón, pero la migración se está encontrando en la línea limítrofe del país.
En Guatemala y Venezuela salen de su país por la violencia que se tiene por grupos criminales y la dictadura venezolana para ir a Estados Unidos caminando por el infierno llamado México; mientras que en Chiapas salen huyendo a Guatemala por lo mismo, la violencia creciente en esta entidad, migración que se cruza en el camino.
