Héctor Saúl Téllez*.
La reciente elección federal en México ha suscitado una preocupación latente: la sobrerrepresentación de los partidos que conforman la Coalición oficialista afín al gobierno.
Esta situación puede tener consecuencias negativas para la pluralidad y la representación de minorías fuertes, erosionando la esencia de nuestra democracia.
La sobrerrepresentación se produce cuando un partido obtiene un número desproporcionado de escaños y curules con relación al porcentaje de votos obtenidos en las urnas. En este caso, el partido Morena, el Verde y el PT, pretenden obtener una artificial mayoría en ambas Cámaras, lo que puede llevar a una concentración de poder y una disminución de la representación de otras fuerzas políticas.
La proyección ilegal de asignación de diputaciones plurinominales que ha hecho la Secretaría de Gobernación tiene como objetivo favorecer desproporcionadamente al partido en el poder y sus aliados, otorgándoles una representación excesiva que va mucho más allá de lo que la ciudadanía les otorgó en votos.
Además, se ha restado a la oposición su justo porcentaje de representación, minimizando su voz en el Congreso.
Nuestra Constitución ha sido diseñada con candados legislativos para evitar modificaciones flexibles que puedan comprometer los derechos humanos y la progresividad de nuestra Carta Magna.
Es fundamental preservar este espíritu y evitar que se aprueben iniciativas regresivas sin consensos.
Los principales efectos negativos que acarrea la sobrerepresentación que se pretende imponer son los siguientes:
-Concentración de poder y disminución de la representación de otras fuerzas políticas
-Reducción de la pluralidad y diversidad de opiniones en el Congreso
-Marginación de minorías políticas y sociales
-Limitación del debate y análisis crítico en la toma de decisiones
-Aprobación de reformas sin consensos ni participación ciudadana
-Riesgo de mayoría calificada para modificar la Constitución sin respetar los candados legislativos
-Posibilidad de aprobar reformas regresivas en materia de derechos humanos y seguridad pública
-Debilitamiento de órganos autónomos y de la separación de poderes
-Pérdida de confianza ciudadana en las instituciones democráticas
Como se distingue, el riesgo es claro: con una mayoría calificada irresponsable, se pueden aprobar reformas como la militarización de la seguridad pública, la destrucción de órganos autónomos o la Reforma Judicial, que pueden tener efectos devastadores en nuestra democracia y en la protección de los derechos humanos.
Es responsabilidad de todos garantizar que la representación en el Congreso sea plural y diversa, que se respeten los candados constitucionales que protegen nuestros derechos y nuestra democracia. La vigilancia ciudadana y la participación activa son clave para evitar que se aprueben reformas regresivas y para preservar el espíritu progresista de nuestra Constitución.
*Diputado Federal (PAN), LXV Legislatura
