Rubén Cortés.
Con cinco mil pesos quincenales de becas por migrante, el gobierno mexicano sobrelleva el cuello de botella que provoca el decreto de EU de cierre de la frontera por siete días (cuando el cruce ilegal rebase los dos mil 500) y devolver a México los deportados.
Parece haber tantos programas sociales en México como estrellas en el universo. Sí aunque, para pagarlos, el actual gobierno pidió un billón 990 mil millones de pesos en deuda interna; y 18 mil millones de dólares de deuda externa: no tiene llenadera.
Estados Unidos sabe que aquí el gobierno soluciona todo con dinero. Así que, dos días después del triunfo de Sheinbaum, el presidente Biden le tomó a ésta su promesa electoral de dar 50 por ciento de los empleos a los migrantes y 50 por ciento a los mexicanos.
Y, en efecto, hay mucho dinero para los migrantes centroamericanos y caribeños en el gobierno mexicano: hasta la fecha, gastó 12 mil 476 millones 534 mil 160 pesos a través del Programa de Emergencia Social o Natural en la frontera sur.
De acuerdo con EL UNIVERSAL, este programa social
no está etiquetado específicamente en el Presupuestos de Egresos, pero benefició a 201 mil 526 migrantes, a razón de dos mil 380 pesos quincenales en el año de arranque del gobierno.
Sin embargo, en 2020 el apoyo aumentó a dos mil 550 pesos y en 2021 a dos mil 625. En 2023, el apoyo mensual alcanzó los cinco mil 119 y cinco mil 140 pesos, cifra que se ha mantenido en 2024 con cinco mil 280 pesos mensuales, según el diario.
En campaña, el actual mandatario dijo el 15 de octubre de 2018 en Tamaulipas que otorgaría visa de trabajo a los migrantes centroamericanos, porque “donde come uno comen dos y aquí sobrarán los empleos”.
Y, en campaña, Sheinbaum dijo que, durante su gobierno, “México tendrá capacidad para recibir a quienes escapan del desempleo, la violencia y la pobreza en sus países; con 50 por ciento de empleos para nacionales y 50 por ciento para migrantes”.
De modo que los programas sociales seguirán siendo solución a las exigencias de Estados Unidos a México, para que resuelva el cuello de botella que registra su frontera con la mexicana, que lo hace deportar a un promedio de 200 a 500 migrantes a diario.
Estados Unidos amplía su estrategia para impedir que le lleguen los migrantes a quienes México paga becas de cinco mil pesos. Lo hace con un duro paquete de medidas: más policías migratorios, armas, equipo tecnológico, cámaras, radares.
Pero será la realidad nacional, no la de Estados Unidos, la que ponga a prueba la estrategia mexicana.
Mientras, México controla el problema con dinero.
