En el Laboratorio de Tecnologías Emergentes y Robótica, del Centro de Investigaciones de Diseño Industrial (CIDI) de la UNAM, se crea tecnología aplicada con alto beneficio social; por ejemplo, pinzas robóticas, robots teleoperados, o prótesis de extremidades para humanos y animales.
Para ello se emplea análisis, investigación, diseño, fabricación, implementación y evaluación de productos hechos por medio de desarrollos emergentes y sistemas computacionales elaborados en la Industria 4.0 (Cuarta Revolución Industrial) orientados hacia la Sociedad 5.0 (término que se crea en Japón, el cual consiste en el desarrollo social mediante el uso de la tecnología).
Al explicar lo anterior, Mauricio Enrique Reyes Castillo, titular del Laboratorio, recordó que en los años 80 del siglo pasado la industria era el objetivo principal del diseño en esa rama.
“Ahora vemos que el aspecto humanístico se ha integrado de forma progresiva, incluso hay estrategias para medir la satisfacción del usuario; más que utilizar el equipo electromecánico es darle sentido hacia la contribución social”.
El experto destacó que en el Laboratorio se elaboran prototipos robóticos y electromecánicos para uso social e investigación académica. Entre los proyectos llevados a cabo en el reciente lustro, en colaboración con otras instancias y profesionales universitarios, se encuentran:
“Recursos Didácticos para el Manejo de la Manufactura Digital en la Implementación y el Desarrollo de Prótesis Experimentales en Personas con Amputación de Mano”, (Proyecto PAPIME); “Prótesis Funcional de Miembro Superior”, el cual se centra en la integración de un sistema ergonómico y funcional a partir de condiciones anatómicas del paciente/usuario.
La propuesta fue creada en equipos de modelado por deposición fundida (FDM o impresión 3D), y adaptada para la integración de sistemas electromecánicos (robóticos).
Durante la pandemia se creó la “Estación Plegable”, a partir de la necesidad de reducir la propagación de la COVID-19. Se podría utilizar también cuando algún paciente fuera diagnosticado con una enfermedad de propagación alta y tenga que aislarse en un espacio compartido con otras personas.
“Almendrita”
Mauricio Reyes comentó que en el Laboratorio se colabora con la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia de la UNAM en la recuperación motriz de Almendrita, una potrilla rescatada en Michoacán por una asociación civil y asistida a la postre en el Hospital de Équidos de esta entidad académica, para la cual elaboraron una prótesis que va desde su corvejón (extremidad trasera derecha) hacia abajo.
“Estamos haciendo el socket (encaje que recibe dentro de su cavidad a la extremidad residual del amputado), y una prótesis. Hicimos una prueba en 3D, constatamos que estaba acorde con la dimensión y fabricamos el prototipo más estable con producto inoxidable y materiales más resistentes”. Continuarán con las impresiones en dicha tecnología, ya que de acuerdo con el crecimiento de la yegua se podrán cambiar las medidas, precisó.
Realizamos además simuladores para ultrasonidos, recursos didácticos, es decir, en lugar de ingresar huesos o piezas orgánicas, perecederas al escáner, se imprime una réplica en 3D, entre otras tareas. Para conocer más, visitar la página: https://labroboticacidi.wixsite.com/robotica
Con información de la UNAM