Rubén Cortés.
Salvo unos pocos enterados (que nunca dejaron de advertirlo desde el 2000) los militares sí sabían que este presidente cambiaría el sistema participativo de contrapesos de poderes, por uno concentrado en una sola persona, sin instituciones autónomas ni Corte.
Por eso el Ejército decidió, al inicio de este gobierno, una “reformulación de la doctrina”, algo que no hacía desde que el gobierno de Carlos Salinas conectó México a Estados Unidos con el TLC y sentó las bases democráticas, al crear un órgano electoral autónomo.
Como con Carlos Salinas (1988-94), los militares mexicanos se pusieron en 2018 a las órdenes del actual presidente para acompañarlo en el cambio de régimen. El general secretario Crescencio Sandoval lo dijo alto y claro el 20 de noviembre de 2021:
“Las Fuerzas Armadas y la Guardia Nacional vemos en la transformación que actualmente vive México, el mismo propósito de las tres primeras transformaciones. Es necesario estar unidos en el proyecto de nación que está en marcha”.
Pero no es un asunto solamente mexicano: es de todo el populismo que ha ganado el poder en América Latina, desde que Hugo Chávez implantó la autocracia en Venezuela, tras ganar las últimas elecciones democráticas de ese país, en octubre de 1998.
En los países donde llega al poder, el “Socialismo del Siglo 21”, redefine la relación de la izquierda radical y de la izquierda moderada con los militares, para garantizar la continuidad del proyecto autocrático, más allá del primer mandato ganado en las urnas.
Aquí, con la 4T, el Ejército creó la Revista de Entrada de la Comandancia del Ejército Mexicano, una nueva figura de la reorganización administrativa en el Ejército y la Fuerza Aérea para redefinir su misión, su poder y sus cuantiosos recursos.
También implementó la propaganda política en los cuarteles, basada en la palabra del actual presidente como guía ideológico del Ejército. Las frases del mandatario cubren las paredes y bardas en los centros de adiestramiento y edificios administrativos.
Este adoctrinamiento de los soldados sienta las bases para dar larga vida a un régimen como los de Venezuela y Nicaragua, de transmisión del poder entre un mismo grupo político, elecciones controladas y Ejército absorbiendo mucho de administración civil.
Más que pantomimas electorales y de consultas populares, es la “reformulación de la doctrina” del Ejército lo que avisa que el “Segundo Piso” de Sheinbaum precede al Tercer, Cuarto y varios pisos más de este sistema de mando de una sola persona.
Y, en todos los pisos, los militares serán la principal empresa del Estado, como son hoy con el emporio de empresas Grupo Aeroportuario Ferroviario y de Servicios Auxiliares Olmeca, Maya, Mexica, que administra más de 300 mil millones de pesos.
Ellos la vieron venir.