Jerusalén.- El sector más ultraderechista del Gobierno israelí presionó ayer al primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, durante la reunión del Gabinete de Seguridad, para que se decante por una ofensiva a gran escala contra Hizbulá, en el Líbano donde la tensión no para de escalar.
Estas exigencias afloraron después de que trascendiera el mensaje que trasladó a la Casa Blanca el ministro de Defensa, Yoav Gallant, durante su visita de esta semana a Estados Unidos, en el que indicó que Israel aboga por una solución diplomática con la milicia proiraní antes de empezar una guerra abierta.
“¿No hemos aprendido nada de los últimos 20 años de acuerdos (diplomáticos)? Dentro de uno o dos años, violarán a nuestras mujeres y asesinarán a nuestros niños”, dijo Ben Gvir en declaraciones filtradas a varios medios israelíes.
EFE