Carlos J. Pérez García.
A tres semanas de la elección, ya se ve más claro qué fue lo que pasó… y qué implicaciones podremos enfrentar. Veamos.
I.- No fue un triunfo democrático ni de la “izquierda mexicana”. Arrollaron la maña y la trampa, la ilegalidad y el amafiamiento, el clientelismo y el engaño demagógico. Lo más duro es que el populismo podrá seducir a millones, pero nunca va a resolver los problemas reales y se viene la acumulación de graves desequilibrios sin que los votantes que “ganaron” se hayan enterado.
II.- Un genial analista y filósofo que también hace caricaturas en el principal diario del país, publicó el domingo pasado una espléndida síntesis de lo que ofrecían combatir en la 4T, pero acabaron adoptando y promoviendo (la corrupción, la mafia del poder, la militarización, el capitalismo de cuates, la impunidad, el despilfarro, la manipulación electoral, la desigualdad y el clasismo); igual, de lo que proponían respetar y fortalecer, pero terminaron combatiendo o destruyendo (la transparencia, la crítica, la civilidad, la República, las leyes, la Constitución y nosotros los ciudadanos). Increíble, pero cierto: mediante defraudaciones la mayoría “votó por el segundo piso” de una traición a la patria.
III.- Muchos todavía se preguntan ¿Por qué perdió tan brutalmente la oposición con una buena candidata frente a un gobierno tan malo? Éste ha tenido evidentes fracasos: inseguridad desastrosa, corrupción desatada, economía muy endeble y servicios públicos colapsados, pero el presidente siempre intervino en la sucesión de manera anticipada y ventajosa con su demagogia polarizadora, repartos directos de dinero, una amplia inequidad e ilegalidad, un gasto desmedido, la operación de gobernadores, compra de votos, inclusión de migrantes, la captura del INE, pactos con el crimen organizado, algoritmos que reubican votos (muy difícil de probar)… ¡Una verdadera elección de Estado, tal como lo soñó él con “su fraude” en 2006!
IV.- A partir de su promoción de divisiones, las críticas al mandatario terminan por fortalecerlo entre sus partidarios y, en vez de abordar los problemas, sólo ha buscado culpables. Ante los insultos del enemigo, su gente se cierra y lo defiende sin tomar en cuenta su mala gestión, mientras que el fanatismo los endurece e impide el diálogo. Miren, aparte de sus propias fallas, la oposición no podía ser como Morena.
V.- A diferencia del 2021, hoy no se habla tanto de la influencia del crimen organizado en los resultados. Pero, fíjense, Morena triunfó en 34 de los 36 municipios donde fueron asesinados candidatos, y un abogado anota: “Imagínense que pasaría en caso de que los jueces sean elegidos por el voto popular”. Lo había dicho el fundador de las autodefensas Hipólito Mora, semanas antes de ser asesinado en junio de 2023: “El gobierno no detiene al crimen organizado porque los ocupan para la elección que viene”.
VI.- Del cinismo y la incongruencia del delincuente electoral López Obrador, recordemos que a fines de la década de 1990 cuando era presidente del PRD, criticaba al PRI por “utilizar el presupuesto público para derramar recursos y crear un ambiente artificial de prosperidad, con ayudas personalizadas”. Ya advertía: “Si el gobierno no utilizara el presupuesto… no ganaría”.
VII.- Se plantea ahora una resistencia pacífica frente a la ambición de perpetuidad de López Obrador, no tanto en contra del gobierno de Claudia Sheinbaum. Como se adelanta ya en Estados Unidos ante la posibilidad de que regrese el populista Donald Trump, se trataría de una coalición progresista con nuevos liderazgos que recurra a litigios y estrategias de contención a fin de obstruir las amenazas a la democracia, el estado de Derecho y los derechos humanos.
Hoy es inadmisible el tosco afán personal contra el poder Judicial que, como señala el reconocido Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, podrá causar un daño trascendente no sólo al sistema de justicia sino a la estabilidad democrática del país. Y, ojo, la 4T busca descartar opiniones e imponerla con más defraudaciones.
En fin, ya lo dijo el locuaz y prepotente tiranuelo a principios de este 2024: ¡Lo mejor es lo peor que se va a poner!
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