Brasilia.- El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, se declaró este viernes personalmente contrario a una posible legalización de los casinos y los juegos de azar, pero aclaró que tampoco se opone a que el asunto lo debatan la sociedad y el Parlamento.
Aludió así a un proyecto que tramita en el Congreso, aprobado ya por la Cámara de Diputados y que avanza en el Senado, con la propuesta de establecer marcos legales para unas actividades que están prohibidas en el país pero son masivas en la clandestinidad.
“No soy favorable al juego, pero no creo que sea un delito. Si el Congreso lo aprueba con un acuerdo entre los partidos políticos, no tendré porqué no sancionarlo”, declaró sobre ese proyecto en una entrevista con la Radio Meio.
EFE