¿Cómo cambia la paternidad a un hombre?

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El cantautor estadounidense Stevie Wonder, quien ha sido ciego desde prácticamente su nacimiento, sufrió en 1974 un accidente automovilístico que lo llevó a estar en coma por varios días y como consecuencia perdió el sentido del olfato. No obstante, esa década marcó un punto alto en su carrera profesional al recibir 14 premios Grammy por diferentes álbumes. Pero hubo otro acontecimiento que eclipsó estos reconocimientos.

En 1975 nació Aisha, su primogénita. Su nombre, de origen árabe, significa ‘llena de vitalidad’. Esta llegada transformó la vida del cantante. “Era lo que había necesitado en mi vida y en mi música durante mucho tiempo”, declaró Wonder. Inspirado por el sentimiento de ser padre y en agradecimiento a su esposa de ese entonces, decidió expresarse de la manera que mejor sabía: componiendo una canción.

Un año después, la melodía “Isn’t She Lovely” fue lanzada al público. Esta pieza musical se convierte en un himno que celebra la maravilla de la vida y la dicha de la paternidad; en sus letras, Stevie revela el amor inmenso que sintió al conocer a su hija.

Así como la maternidad, la paternidad conlleva una serie de cambios, tanto físicos como emocionales. Según Claudio Tzompantzi Miguel, académico de la Facultad de Psicología de la UNAM, hay hombres que al convertirse en padres experimentan felicidad, como es el caso de Stevie Wonder, mientras que otros pueden sentir estrés, dudas o incluso entran en una etapa de introspección.

“Ser padre modifica al hombre. Es un periodo significativo que trae consigo diversos ajustes que comienzan incluso antes del nacimiento del bebé. Surge un momento donde el padre evalúa su habilidad, tanto económica como afectiva, para asumir este papel. Asimismo, reflexiona sobre los futuros cambios. Se adentra en un proceso de redefinición donde prioriza a su familia, pensando en el corto, mediano y largo plazo”, mencionó.

¿Existen cambios físicos en la paternidad?

Tener un hijo no solo implica una transformación emocional, sino también física. Recientes estudios han destacado los cambios que experimentan los hombres en este ámbito al convertirse en padres.

Un estudio del Instituto de Investigación Sanitaria Gregorio Marañón (IiSGM), ubicado en Madrid, España, identificó que los hombres experimentan adaptaciones en su cerebro tras el nacimiento de su hijo. “Se observan dos cambios significativos: en la red visual y en la llamada red de modo predeterminado. La primera facilita el reconocimiento del bebé, mientras que la segunda promueve una especie de mentalización para interpretar el comportamiento del recién nacido”.

Por su parte, la Universidad Northwestern, en Illinois, Estados Unidos, señaló que la paternidad disminuye los niveles de testosterona en los hombres. Esta condición se relaciona con el reconocimiento del esfuerzo requerido para cuidar al bebé y las responsabilidades que esto implica. “Los padres están biológicamente adaptados para la paternidad, lo que sugiere que son capaces de ser buenos cuidadores”. Además, el estudio sugiere que estos bajos niveles de testosterona podrían estar vinculados con una mejor salud en hombres casados o padres, en comparación con aquellos solteros.

La Universidad Emory, en Atlanta, detectó un incremento en los niveles de oxitocina en hombres, similar al que ocurre en mujeres, facilitando así la creación de un lazo afectivo con el bebé.

El académico de la UNAM, Tzompantzi Miguel, recalcó la importancia de estos hallazgos, ya que ilustran una perspectiva poco explorada: los cambios físicos durante la paternidad. Añadió que la disminución del deseo sexual en hombres, al igual que en mujeres, puede ser una respuesta al reenfoque de prioridades hacia el bienestar de la pareja y el hijo.

Se ha identificado también el síndrome de Couvade, un trastorno psicológico que hace que algunos hombres presenten síntomas similares a los de la mujer durante el embarazo. Afecta aproximadamente a 1 de cada 10 hombres y su manifestación está relacionada con el nivel de involucramiento del padre. Algunos de los síntomas incluyen:

  • Náuseas y vómitos, especialmente en las mañanas.
  • Cambios de humor, mayor irritabilidad y sensibilidad emocional.
  • Repulsión o deseo por ciertas comidas y olores.
  • Variaciones notables en el peso.
  • Problemas intestinales como diarrea, flatulencias o dolores estomacales.
  • Dolores abdominales similares a contracciones.

Depresión posparto en hombres: ¿es posible?

Ser padre conlleva diversos cambios físicos y emocionales en el hombre. Uno de estos cambios es la depresión posparto. Aunque se presenta con menos frecuencia en hombres que en mujeres, sigue siendo un tema de interés.

Mientras que aproximadamente el 30% de las madres pueden experimentar depresión posparto, se estima que solo entre el 7% y 9% de los padres la experimentan.

A pesar de que sigue siendo un área en investigación, la American Academy of Pediatrics ha identificado posibles síntomas de la depresión posparto en hombres:

  • Sentimientos intensos de tristeza, preocupación o ansiedad.
  • Preocupación constante por la salud y seguridad del bebé.
  • Dificultad para pensar con claridad, en particular al tomar decisiones.
  • Problemas para conciliar o mantener el sueño.
  • Cambios notables en los hábitos alimenticios.
  • Sentimientos de culpa, vergüenza y dudas sobre la capacidad para ser padre.
  • Dificultades para establecer un vínculo afectivo con el recién nacido.

Tzompantzi Miguel señaló otro desafío al que se enfrenta el hombre con este tipo de depresión: la percepción social.

“La cultura nos ha inculcado la idea de que los hombres no deben hablar de sus emociones y que siempre deben mostrar fortaleza. Por ello, si un hombre busca consejo o simplemente ser escuchado sobre lo que vive en la paternidad, suele ser etiquetado como débil. Ante esta realidad, muchos hombres optan por reprimir lo que sienten, lo cual puede empeorar su situación”.

¿La paternidad está evolucionando?

Hoy en día, es cada vez más común que los hombres busquen nuevas maneras de ejercer la paternidad, alejándose del modelo tradicional que se les enseñó. Según el experto de la UNAM, aunque este cambio es gradual, sigue siendo significativo. Asimismo, subrayó la importancia de que las mujeres respalden a los hombres que se involucran activamente en el cuidado de sus hijos, reconociendo sus esfuerzos.

“Estamos viendo un aumento en la paternidad comprometida. Los millennials tienen una percepción diferente de la paternidad. Antes, era común escuchar ‘yo educo como me educaron’. Ahora, los padres están más involucrados en todas las facetas de la crianza de sus hijos, desde la educación hasta tareas como vestirlos, algo que anteriormente no era tan común. Si bien las dinámicas laborales actuales, donde tanto hombres como mujeres trabajan, influyen en esto, hay muchos hombres que genuinamente quieren estar presentes en la crianza”, explicó.

Finalmente, Tzompantzi Miguel comentó que, a pesar de los avances, todavía existen padres que están influenciados por tres creencias machistas: ‘no soy mujer, ni homosexual, ni niño’. Estas nociones restringen su comportamiento, asociando la vulnerabilidad o la empatía con la debilidad o cuestionando su masculinidad. Sin embargo, recalca que los tiempos están cambiando.

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