Raúl Flores Martínez.
Conforme pasan los días la sangre sigue tiñendo de rojo los últimos meses del Presidente López Obrador, nuevamente es Chiapas ese estado donde se están peleando la plaza los diversos grupos del crimen organizado, incluyendo uno del país vecino que es Guatemala.
La información con la que se cuenta actualmente es que el Cártel del Pacifico (CDS), Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), Cártel de Chiapas y Guatemala (CCYG), Los Huistas (Guatemala), Mara Salvatruca (MS-13) son quienes se están disputando el estado, sobre todo San Cristóbal, Comitán, San Gregorio Chamic, Frontera Comalapa, Chicomuselo, Nueva América.
Estos grupos se disputan a fuego y sangre los municipios, comunidades y vialidades que conectan con la frontera sur y el centro del país; es sabido que la droga procedente de Sudamérica, siempre suele caer en Puerto Chiapas o zonas cercanas.
Digo caer porque de acuerdo con información de las áreas de inteligencia del Gobierno Federal, el crimen organizado deja caer los kilos de cocaína en la costa chiapaneca para que sea recogida en lanchas de hasta tres motores para trasladarla a otras costas mexicanas.
Pero vamos a recorrernos a otro estado, donde la violencia empieza a sobresalir a pesar de la barrera que ha puesto el gobernador Carlos Manuel Merino para evitar que el estado natal del Presidente, se manche de rojo.
Algo que llamó la atención de las autoridades es la muerte de cinco personas y los nueve heridos en un bar de Macuspana, donde un grupo de hombres que se transportaban en motocicleta descendieron y comenzaron a atacar a los parroquianos con navajas, pura arma blanca.
Para los especialistas en los temas de seguridad, señalan que quizá esta sea una prueba para los nuevos sicarios de quitarle la vida a quien se le pare enfrente, quizá un nuevo ritual dentro del crimen organizado.
Este tipo de actos, dejan ver que nuevamente la estrategia de abrazos no balazos es un rotundo fracaso, una estrategia que, de acuerdo con la Información Filtrada del equipo de la continuidad, no será aplicada. Sin embargo, la violencia está desbordada en todo el país, lo que se complica detenerla en poco tiempo.
