Raúl Flores Martínez.
Hay instituciones castrenses en México que de manera silenciosa y sobre todo sin lucirse, sin pasar de militares a albañiles, realizan proyectos que quizá no sean majestuosos como un aeropuerto o un tren.
En el caso de la Marina-Armada de México, desde hace unos meses han puesto en marcha dentro de la Unidad de Operaciones Especiales el adiestramiento 11 caninos adiestrados en búsqueda de personas, armas, explosivos o drogas para que sean parte de estas fuerzas de élite nacional.
El adiestramiento de estos canes, es distinto al resto de los binomios caninos de la institución naval, debido a que apoyarán a los Agrupamiento de Fuerzas Especiales, Batallón de Paracaidistas, Batallón de Comandos Anfibios y Grupo Logístico para la lucha contra el crimen organizado en distintos escenarios, ya sea selva, agua o urbano.
El adiestramiento de los caninos de élite es diario para poder identificar las cualidades de cada uno de ellos para poderlos canalizar a la unidad donde se puedan desarrollar y apoyar en las misiones que se designen.
Para poder tomar una decisión si el perro va a funcionar para ese tipo de actividades, se tiene un tiempo de 10 a 11 meses, todo ese tiempo se basa en socialización para que el perro pueda tener fortalecimiento psicológico adecuado y saber si el perro es adecuado para esas labores.
Hasta el momento Capo, Sam, Cronos, Max y Crypto son adiestrados con la finalidad de integrarse a las diferentes fuerzas de la Unidad de Operaciones Especiales de la Armada de México.
Esto es lo que se realiza de manera silenciosa dentro de la institución naval, un proyecto que se desprendió de la captura del líder del viejo narcotráfico, Rafael Caro Quintero que fue localizado por la canina “Max”, cuando el otrora líder del Cártel de Guadalajara intentaba huir del operativo de la Semar.
Este tipo de acciones no son escandalosas, es algo que le caracteriza a la institución naval, no ser espectaculares, pero sí efectivos en los objetivos prioritarios que les sean designados.
Ahora tenemos que esperar para ver en acción a los binomios caninos cuando sea detenido un delincuente considerado de prioridad máxima para el gobierno mexicano.