Washington.- Consciente de que la mayoría de estadounidenses está en contra de las políticas restrictivas contra el aborto, el expresidente Donald Trump (2017-2021) está llevando a cabo una maniobra política para intentar mostrarse menos radical, un movimiento insuficiente para blanquear su figura como el gran abanderado del antiabortismo.
El pasado lunes, en un paso calculado y programado, el virtual candidato presidencial republicano publicó un vídeo en su red Truth Social en el que descartó impulsar una prohibición a nivel nacional y dijo que la legalidad del aborto debería quedar en manos de cada estado.
EFE
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