Fernando Moctezuma Ojeda.
Desde que México se convirtió en una democracia auténtica, hace poco más de 35 años, parece que hemos caído en una especie de “maldición”, en la que cada oferta electoral es peor que la anterior. Esto nos lleva a votar por la opción menos mala, y a aceptar la idea, conformista y mediocre, de “es lo que hay”.
Sin embargo, esto no es así en democracias más maduras, como el sistema europeo o algunos países de Latinoamérica. En estos sistemas, el sistema político se ha encargado de preparar a sus miembros durante años para el momento en que lleguen a gobernar sus naciones, y todo esto bajo el constante escrutinio del ojo público.
La clave del éxito de estos sistemas políticos reside en la participación activa de los ciudadanos en el proceso político. En países donde la población está mejor educada, como Holanda, Suiza, Suecia, Dinamarca, Noruega, Francia, Alemania y Reino Unido, entre otros, se ha visto que tienen un mayor interés por los acontecimientos políticos y sociales. Este interés impulsa un nivel más alto de participación y responsabilidad entre los líderes políticos, lo que lleva a una mayor preparación y competitividad de sus candidatas y candidatos.
En contraste, en México y otros países donde los ciudadanos están menos involucrados en el proceso político, el resultado es un déficit de preparación y competitividad entre las candidaturas, lo que nos lleva a caer en la misma falacia. Esto, desde luego, no significa que no haya individuos calificados en estos países, sino que el sistema no está diseñado para identificar y apoyar a estas personas.
La solución es relativamente sencilla: mayor participación ciudadana en el proceso político. Esto se puede lograr a través de la educación, campañas de concienciación y la promoción de la participación activa en eventos políticos y sociales. Al empoderar a la ciudadanía para que desempeñe un papel activo en la configuración de su futuro político, podemos crear un sistema que mejore la oferta política y garantice un sistema de méritos, aptitudes, y en última instancia, mejores líderes.
El éxito de los sistemas políticos en todo el mundo está directamente relacionado con el nivel de participación ciudadana. En países donde los ciudadanos están educados, informados y comprometidos, el panorama político es más vibrante, competitivo y efectivo. México debe tomar ejemplo de estas democracias exitosas; educar e involucrar a sus ciudadanos, para entonces romper el ciclo de mediocridad y crear un sistema político que realmente sirva a las necesidades de su gente.
Por el contrario, en países donde los ciudadanos están desinformados, desinteresados y desconectados, el panorama político es mediocre y poco inspirador. Esto se debe a que la participación ciudadana es un catalizador de la responsabilidad y la rendición de cuentas en las y los líderes políticos. Cuando la ciudadanía está informada y activa, exigen más de sus líderes y los mantienen bajo un escrutinio constante. Esto a su vez, obliga a los líderes a ser más responsables y a rendir cuentas de sus acciones.
Además, la participación ciudadana también ayuda a identificar y desarrollar a los mejores candidatos para el cargo. Cuando nos involucramos en el proceso político, podemos identificar a individuos más calificados y apoyarlos en su camino hacia el liderazgo. Esto asegura que los líderes que llegan al poder estén mejor preparados y más capacitados para enfrentar los desafíos que se presenten.
Los países deben trabajar para fomentar la participación ciudadana, a través de la educación, la concienciación y la promoción de la participación activa en eventos políticos y sociales. Resulta importante recalcar que la preparación y competitividad de las personas candidatas en los procesos electorales es un tema crucial para el buen funcionamiento de cualquier sistema democrático, y México, como muchas otras naciones, enfrenta desafíos significativos en este aspecto.
Mejorar la preparación y oferta de las personas candidatas requiere un esfuerzo conjunto de la sociedad y las instituciones políticas. México debe tomar ejemplo de las democracias más exitosas y trabajar para empoderar a su ciudadanía, garantizando así un sistema político más justo, transparente y eficiente. Solo así podremos romper el ciclo de mediocridad y construir un futuro donde la excelencia sea la norma, no la excepción.
Dijo Winston Churchill que “la democracia es el peor sistema de gobierno diseñado por el hombre. Con excepción de todos los demás”. Yo: #SóloDigoLoQueVeo.
JUEGO DE CARTAS:
PRIORIDADES: En un encuentro en Guadalupe Hidalgo, Puebla, el candidato a la gubernatura, Alejandro Armenta, destacó su compromiso con la comunidad al poner énfasis en la seguridad y el agua como prioridades clave. Armenta resaltó la importancia de trabajar en conjunto con la población para implementar programas de obra comunitaria y presupuesto participativo, enfocados en atender las necesidades específicas de cada colonia y fomentar el desarrollo integral de sus habitantes. Además, propuso un gran plan hídrico para recuperar agua y gestionar desechos, así como la rehabilitación de la red de distribución de agua. //EMPRENDIMIENTO: En un encuentro con representantes de la Caintra, Xóchitl Gálvez Ruiz, candidata presidencial, presentó su propuesta de crear la Agencia Nacional para el Empoderamiento, la Innovación y la Productividad, con el objetivo de brindar apoyo financiero a emprendedores, especialmente mujeres y jóvenes. Gálvez detalló que la Agencia se enfocará en proporcionar recursos para iniciar o expandir negocios, con énfasis en simplificar trámites burocráticos y fomentar la transparencia en licitaciones públicas. //MAÑANERAS: El presidente López Obrador expresó su satisfacción por la decisión del INE de no suspender las conferencias matutinas, reafirmando el derecho del pueblo a la información. En un encuentro con representantes de medios, destacó el papel de las mañaneras como medio directo de comunicación con la ciudadanía, resaltando su importancia para mantener informada a la población sobre temas económicos, sociales y políticos. //LEY JUDICIAL: La presidenta de la Comisión de Justicia del Senado de la República, Olga Sánchez Cordero, hizo un llamado a una transformación integral en el sistema judicial para garantizar equidad. En un comunicado, resaltó la importancia de una reforma al Juicio de Amparo para democratizar el acceso a la ley y proteger los derechos humanos. Subrayó la necesidad de que las resoluciones judiciales se centren en el fondo del asunto, evitando privilegiar la forma sobre el análisis de la violación de derechos.
PD: El verdadero poder emana de la ciudadanía
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