Raúl Flores Martínez.
Las crudas escenas del linchamiento de dos personas en Taxco, Guerrero por la muerte de la pequeña de 8 años Camila, han dado la vuelta al mundo en cuestión de segundo, algunos a favor otros reprobando el hecho.
Este linchamiento tiene varios matices, crudos e inhumanos, pero al final es el reflejo del hartazgo que tiene la sociedad en este país de impunidad, un país dónde se le dejo a merced del crimen organizado.
El linchamiento en Taxco, es solo el reflejo del olvido de las autoridades estatales y Federal de la sociedad de Guerrero, durante meses han aguantado el embate de crimen organizado, transportistas que dejan de trabajar por no querer pagar el cobro de piso por trabajar.
A dónde estaban las autoridades, dónde y no hablo de las municipales que, a duras penas podía sostenerse del miedo de ser también linchados, no defiendo a los elementos policiacos municipales; a quienes culpan por el simple hecho de no intervenir en la casa donde supuestamente se localizaba Camila.
Es tan sencillo entender que los elementos de la policía municipal, no pueden intervenir en el allanamiento de una casa; sin presentar una orden de aprehensión girada por un juez, esto podría ser cárcel para ellos.
Estamos en un país, dónde las policías municipales no están capacitadas en contención de masas, mucho menos tienen el equipo necesario para hacerlo: seis policías no pueden hacer nada con una masa de 300 personas enardecidas y con sed de justicia.
Una justicia por mano propia que lo único que refleja es la falta de acción de las autoridades para dar protección a la ciudadanía, una seguridad que no se base en abrazos, ni mucho menos en todas, señalando que también los delincuentes son “seres humanos” con derechos.
Dónde estuvo la gobernadora Evelyn Salgado que 24 horas después de estos hechos se pronunció, sobre la detención del posible homicidio de la pequeña Camila, dónde estaba quizá en su hogar cómodamente sentada, y claro su hogar no está en la entidad.
Ya se tienen dos muertos y los policías de investigación van por los que le quitaron la vida a los supuestos asesinos, una mujer y su hijo; la Fiscalía no sabe que los guerrerenses son de armas tomar, y no dejarán que aquellos vengadores anónimos sean llevados a prisión.
Así es el pueblo bueno cuándo se ve abandonado, el pueblo bueno que se cansa de ser golpeado por la inseguridad en Taxco; por cierto, han visto al Presidente, saben si ya se pronunció al respecto o simplemente está en días de descanso y eso no es tomado en cuenta en su mundo feliz.
