Raúl Flores Martínez.
Viva el proceso electoral que se vive en la ciudad de México, afortunados aquellos que serán visitados por los políticos parásitos que se deciden a bajar de sus altares para visitar a lo mortales a darles atole con el dedo a seducirlos para burlarse de ellos.
Resulta que en la colonia Vallejo de la alcaldía Gustavo A. Madero se tiene un campamento de más de 500 migrantes de diversas nacionalidades de Sudamérica y Centroamérica que duermen sobre las vías a un costado de las instalaciones de Pemex.
En esta parte de la ciudad, los vecinos han tenido ya algunos roces contra los migrantes, roces que son lógicos cuando la basura, el excremento en las banquetas, el olor a orines invade las casas y las dos escuelas primarias, la guardería de la zona.
Tuvieron que cerrar una importante vialidad, cerrar el edificio de la alcaldía para que un día antes de que arranquen las campañas para las alcaldías, los funcionarios y los candidatos lleguen a la colonia Vallejo para “arreglar” el problema de la migración, un problema que lleva seis meses y no se ha podido resolver en esta zona.
Ahora resulta que mágicamente los burócratas de la alcaldía y un diputado local que quiere ser alcalde se dignan a recorrer las calles de la colonia Vallejo, a la vieja usanza de los “baños de pueblo” para solucionar los problemas que aquejan a la ciudadanía.
Alguien les tiene que decir que ni los funcionarios, mucho menos un aspirante que aún no gana pueda solucionar un problema que, durante seis largos meses, no se han podido solucionar o mejor dicho, no han querido solucionar y prueba de ello, son los diversos documentos que respuesta que les dieron a los vecinos cuando de manera oficial solicitaban la intervención de la alcaldía.
Así de grande la hipocresía que llega con el proceso electoral en la ciudad de México, la hipocresía de los funcionarios que mágicamente quieren atender una problemática que fue ignorada desde septiembre del año pasado y que ha generado roces entre los vecinos y los migrantes, que cada día se van desgastando en los temas de salud.
Hasta dónde llegarán las promesas que harán los tocados por Dios, hasta dónde llega su hipocresía y falsas esperanzas que le darán a los vecinos, qué ya no son creyentes de las falsas promesas, qué ya están hasta la madre de la problemática que aún no se soluciona y que va para largo.
