Rubén Cortés.
Más de medio centenar de ayudantes del presidente en sus cosas personales han ascendido a puestos de gobierno: a siete meses de que el jefe de vaya, es el premio que reciben. Y, además, el jefe se los deja clavados a quien lo sustituya en la presidencia.
El presidente cumple con su palabra de premiar el 10 por ciento de experiencia y el 90 por ciento de lealtad a él, aunque, por ejemplo, uno de los más recientes premiados, Alberto Becerra Mendoza, hacía tareas de “logística” y hoy maneja miles de millones de dólares.
Alberto Becerra es el nuevo director del Instituto para Devolverle al Pueblo lo Robado, un organismo polémico desde su creación, pues a 107 días del inicio del gobierno renunció su primer director, el abogado constitucionalista Jaime Cárdenas.
Cárdenas renunció por encontró irregularidades administrativas, procedimiento de valuación que no garantizan el mayor beneficio para el Estado, mutilación de joyas, contratos favorables a las empresas y no al Estado y conductas irregulares.
Y el Indep es una mina de oro: en 2023 recibió, sólo de la FGR, 485 millones 261 mil 177.32 pesos de bienes asegurados al crimen organizado. Ese dinero es destinado al Gabinete Social, que es manejado de manera personal por el presidente, por ley.
Sí, porque La Ley de Austeridad, aprobada por la mayoría de Morena en el Congreso a inicios del sexenio, le permite al presidente disponer, por inspiración personal, de los recursos del Estado y destinarlo a lo que a él desee, sin contar con nadie.
Pues, a tres meses de las elecciones presidenciales, al Indep acaba de mandar el presidente a 16 ayudantes suyos a ocupar puestos clave, dirigidos por Alberto Becerra, hombre de todas las confianzas del mandatario.
Fiel a su tesis: “Nuestros funcionarios deben tener 90 por ciento de honestidad y 10 por ciento de experiencia. Ya para irnos entendiendo; hay quienes tienen hasta doctorados, pero son deshonestos, y a nosotros lo que más nos importa es la honestidad”. O sea, a lo que él entiende por “honestidad”.
Así fue durante todo el gobierno, eh. Apenas hasta 2022, 37 cambios de puestos de gobierno, 16 procedían de la Ayudantía Personal del Presidente. Más o menos como lo que hizo Salvador Allende en Chile, al crear el Grupo de Amigos del Presidente.
Y también Hugo Chávez al hundir a Venezuela por el siguiente medio siglo al menos, cuando en abril de 2003 decidió eliminar al talento del país, empezando por despedir a 17 mil 871 altos profesionales de la paraestatal PDVSA.
Bueno, aquí el director de Pemex es agrónomo. Por eso México registra en este gobierno la producción más baja de petróleo en los últimos 15 años.
Así.