Copenhague.- La entrada de Suecia en la OTAN, formalizada este jueves, supone que todos los países nórdicos estarán bajo el paraguas de la OTAN, que refuerza así su control sobre todo el mar Báltico.
Con la recepción del protocolo de adhesión a la Alianza por parte del Departamento de Estado en Washington, Suecia culmina su giro en materia de política exterior y clausura dos siglos de no alineación militar.
Suecia, que se convierte así en el miembro número 32, ya había ido dando pasos para acercarse a la OTAN desde hace tres décadas, coincidiendo con el fin de la Guerra Fría, como suscribir la iniciativa Asociación Por la Paz de la Alianza, lo que permitió la participación de soldados suecos en las misiones de Kosovo y Afganistán.
EFE
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