Raúl Flores Martínez.
La frase que quedó plasmada paga posteridad en el sexenio de López Obrador, “Han callado como momias” un frase que se aplica para todos los que conforman la 4T, quienes ante lo degradado del país, hacen como que no pasa nada.
Esas focas aplaudidoras y besamanos que voltean, enmudecen cada que hay un descalabro en el resquebrajado gobierno de cuarta que está por terminar con los próximos meses.
Antes de eso, todos los mexicanos debemos ver, escuchar cientos de spots y falsas promesas de las y los candidatos a un puesto de elección popular que se definirá el 2 de junio.
Debemos ser claro y sobretodo honestos con nosotros mismos, no hay ni habrá candidato que venga a cambiarnos la vida con falsas promesas, ya se tuvieron a los partidos mayoritarios en el poder y todo sigue igual. ¿Qué ha cambiado?
Desgraciadamente la política utiliza el hambre, la miseria y la necesidad de las personas para obtener votos bajo el añejo argumento de la izquierda salvadora, una izquierda que roba más que la derecha saqueadora.
“Han callado como momias” ante las masacres de civiles, jóvenes y ahora las ejecuciones de algunos candidatos que cayeron bajo las balas del crimen organizado, mientras el Presidente López Obrador voltea y hace que volteen todos a otro lado.
Ese lado dónde todo es maravilloso, dónde no pasa nada e incluso dónde se suspende por dos ocasiones sus reuniones de seguridad, total en México no pasa nada.
Estamos en un país, dónde no hay decenas de muertos, y todos callan como momias; sin embargo, cuando atacan a su mesías tabasqueño en las redes sociales con el hashtags “Narcopresidente” gritan como marranos en matadero, se desgarran las vestiduras y vociferan al unísono.
Así el país de la hipocresía, un país del servilismo simplón de gusanos arrastrados para recibir la bendición y unas cuantas monedas del líder revolucionario de los cuentos de fantasía.
Un país dónde todos “Han callado como momias”, y quienes gritan, exigen son los detractores, los perseguidos por el sistema del mundo feliz, un mundo dónde los desaparecidos, los ejecutados y el crimen organizado no existe, un mundo que puede ser heredado en los próximos meses.