Raúl Flores Martínez.
El paquete de iniciativas que envió el Presidente López Obrador a su legisladores adiestrados, pretenden eliminar de tajo el Sistema para la Mejora Continua de la Educación, un organismo que da a conocer las evaluaciones diagnósticas, indicadores e información educativa y lineamientos de desempeño magisterial, entre otras.
Esta propuesta le dará a la SEP manga ancha para que, sin tener un plan, sin recursos y sin tener idea, realice las tareas que hace el organismo; esto significa que se tendrá un retroceso toda vez que la extinción del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE) en 2019 por sí misma ya significó un golpe para el monitoreo, evaluación y generación de datos sobre el Sistema Educativo Nacional.
De por sí, sabemos que México ocupa los últimos lugares a nivel mundial en el rubro de la educación y aun así, se quiere que en este y el próximo sexenio desaparezca por completo todo organismo que evalúe la forma de educar a los mexicanos.
En el caso del CONEVAL representa a la instancia máxima de evaluación de la política social del Estado mexicano. Muchas veces, sobre todo en este gobierno, la política social se ha cruzado con la política educativa, como es el caso del programa “La Escuela es Nuestra”.
El INEGI por su parte, es el responsable de normar y coordinar el Sistema Nacional de Información Estadística y Geográfica, cuyos datos son considerados oficiales. Fusionar dichos órganos representa un riesgo para la evaluación de la política social porque la propuesta de modificación al artículo 26, apartado C, de manera genérica otorga facultades al INEGI que le corresponden al CONEVAL pero, sobre todo, que no se prevé que los recursos con los que contaba el CONEVAL sean transferidos al INEGI, el cual de por sí lleva ya varios años con presupuestos apretados que han significado en una reducción de encuestas e información generada por este órgano.
La evaluación de la política social es fundamental para la fiscalización y rendición de cuentas que, a su vez, es fundamental para el ejercicio efectivo del derecho a aprender, como ya lo ha dicho la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
Así es como se quiere a México, esta Cuarta Transformación quiere a un México ignorante, un México sin estudio, sin que se tenga la capacidad de análisis, crítica a los gobernantes en turno, más de los ignorantes de Morena.