Rubén Cortés.
Este presidente no sólo ya admitió que no pudo con la violencia, que prometió resolver al primer minuto de que empezara a gobernar. Peor: capturó menos narcotraficantes que Calderón y Peña. Él capturó mil 914; Calderón a cuatro mil 151, y Peña a tres mil 227.
“Me canso, ganso que ya no me va a alcanzar el tiempo para resolver la violencia”; admitió hace una semana el presidente, sin asomo de rubor. Es el mismo que, sin asomo de rubor, dijo hace un año que “si no resuelvo la violencia, no podré acreditar mi gobierno ante la historia”.
Pero se sabía que nunca acabaría con la violencia un presidente que considera a los narcos “parte del pueblo” y a los militares que deben perseguirlos “pueblo uniformado”. Y que dice gobernar para “el pueblo”. O sea, gobierna igual para los narcos que para los militares.
Por eso, apenas ha capturado mil 914 delincuentes: la mayoría de bajo perfil, pues entre los detenidos no hay capos, salvo uno de los hijos del Chapo, al cual había liberado antes; y a Caro Quintero, ambos por presión e información proporcionada por Estados Unidos.
En cambio, el gobierno anterior anunció su nueva táctica sería capturar criminales en operativos de Inteligencia y no a balazos, y divulgó una lista de 122 capos cuya captura sería “prioritaria”. Al final del sexenio, había capturado a 110, con la premisa de no mostrarlos en la TV como trofeos.
Cuestión de estilos, pero sin dejar de enfrentar a los criminales. Porque durante el gobierno de Felipe Calderón también cayeron numerosos capos, aunque muchos fueron presentados en la TV como estrategia de comunicación del éxito en el combate al crimen.
Calderón capturó a Alfredo Beltrán Leyva, Eduardo Arellano Félix, Vicente Zambada Niebla, Vicente Carrillo Leyva, Carlos Beltrán Leyva, La Barbie; Sergio Villarreal, José Gerardo Álvarez Vázquez, Óscar Osvaldo García, “El Chango” Méndez, Jorge Eduardo Costilla, Sandra Ávila Beltrán.
Y abatió a Arturo Beltrán Leyva, Nazario Moreno, Ezequiel Cárdenas Guillén, Ignacio Coronel, Heriberto Lazcano Lazcano. Además de anuncios constantes de detenciones de “operadores”, “lugartenientes” y “cerebros financieros” de diferentes cárteles.
Gustaran o no, las estrategias para combatir la delincuencia en los gobiernos de 2006-12 y 2012-18, ambas enfrentaban al crimen organizado con la fuerza de las armas; mientras la estrategia actual es la tristemente célebre “Abrazos y no Balazos” porque “los delincuentes también son pueblo”.
La comparación, entonces, es inevitable: en el actual gobierno van 178 mil 476 homicidios dolosos; mientras con Calderón fueron 120 mil 143 y con Peña, 156 mil. Además, con Salinas, 76 mil 767; con Zedillo, 80 mil 671; y con Fox, 60 mil 280.
Tiene razón el presidente actual: no pudo con el paquete.