Francisco Garfias.
Jorge Ramos le dijo a Andrés Manuel López Obrador una verdad incontrovertible que ni la irritación del presidente, ni sus descalificaciones al periodista de Univisión, ni “los otros datos” que presentó, lograron cambiar la realidad: este sexenio es el más sangriento que México haya tenido en tiempos de paz.
El periodista de Univisión llegó a la mañanera con datos oficiales de diciembre de 2018 a la fecha: 163 mil muertos, cuatro mil 892 feminicidios y, según la organización Artículo 19, 43 periodistas asesinados.
“No pueden presentar 81 muertos diarios como un éxito…”, le dijo el periodista de Univisión, “es una verdadera tragedia”.
El presidente acusó recibo. Endurecio el tono para decir:
“No, no, no. Una verdadera tragedia. Con todo respeto,y además muy lamentable y triste, es lo que pasa donde tú vives, en Estados Unidos; una verdadera tragedia es que pierdan la vida por consumo de fentanilo 100 mil jóvenes al año.”
Ya encarrerado hizo afirmaciones ofensivas para las víctimas, sus familas, y todos los mexicanos que padecen cotidianamente de asesinatos, extorsiones, atracos, desapariciones, levantones, violencia:
“México es un país pacífico en donde hay crecimiento, en donde hay empleo, en donde hay bienestar…”, dijo el presidente.
¿Si es un país pacífico por qué hay tantos asesinatos? ¿Si hay empleo por qué decenas de miles de mexicanos se ven obligados cada año a cruzar la frontera para buscar una vida digna?
¿Si hay bienestar, porque hay tantas personas obligadas a pedir limosna en las calles?
Ahí les dejo esas preguntas.
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Xóchitl Gálvez estrenó ayer su ”Conferencia de la Verdad”, una alternativa frente a esa catedral de las mentiras en que se ha convertido la mañanera.
Fui el último en preguntar. Le pedí a la candidata presidencial de la coalición opositora una reflexión sobre las falsedades expresadas por AMLO en la mañanera de ayer. Respondió:
“Él vive apartado con lo que le dicen sus asesores: que México está pacífico. Obviamente a sus hijos son a los que les ha ido bien. Tienen escoltas, tienen seguridad.
“Pero hay mujeres que buscan todos los días a sus hijos; hay comerciantes en el Estado de México que les cobran derecho de piso en el pollo o en el huevo. No hay manera de decir eso…
“¿Por qué se han ido tantos mexicanos a buscar trabajo en el exterior?… La emigración se fue para arriba por dos razones: no hay empleo y hay inseguridad…
“Entonces le diría al presidente ¡Salga a la calle! ¡Súbase a un avión comercial nuevamente! ¡Vaya a Acapulco y camine sus calles! ¡Vaya a Michoacán! Va a ver lo que se va a encontrar. ¡Hable con los aguacateros! ¡Hable con los ejidatarios! ¡Hable con los limoneros! ¡Hable con las madres buscadoras. ¡Ya sálgase de Palacio Nacional!
“México no es Palacio Nacional. México es un país que está sufriendo”, remató la aspirante presidencial.
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Me gusta el punch con el que llegó Adrián Alcalá, comsionado presidente del INAI. La palabra del AMLO no lo amedrenta. Ya mostró de qué lado está. El derecho a la información y la defensa de los datos personales son sus prioridades.
El hombre nos confirmó que Presidencia de la República envió al Instituto, la tarde de ayer, el informe sobre la fuga de datos personales de los periodistas que cubren las mañaneras.
Nada nuevo. Es un documento muy técnìco que culpa a las hackers de la fuga de datos. Afortunadamente no incluye la vacilada del Peje de que detrás del hackeo está Claudio X. González.
Hablamos con el comisionado Alcalá sobre los riesgos de ese robo de datos personales para los periodistas que cubren la mañanera. Nos dijo:
“México es un país donde ejercer el periodismo conlleva múltiples riesgos. Que se sepa cuáles son sus domiclios particulares puede llevar a atentar contra su integridad o la de sus familias.
“También puede llevar a escenarios de suplantación de identidad en la comisión de un delito o tener implicaciones en el rubro de suplantación de identidad patrimonial.
“Esta situación la vamos a atender con la mayor diligencia. No es un tema menor. No porque el presidente diga que se trata de un hackeo y que ellos van a presentar denuncias, ya con eso nos curamos en salud.
“La función sustantiva que tiene el Instituto es la transparencia. Aquí es donde radica la importancia de un órgano autónomo, si se tratara de una oficina de la administración pública federal pocos confiarían en que se llevará un procedimiento con impacialidad”.
El INE tiene tres días para admitir el asunto y 50 días hábiles para resolverlo.
FIN
