Rubén Cortés.
La liberación de ocho militares implicados en el Caso Iguala, vuelve a demostrar el criminal uso de este colosal drama humano, por el actual presidente en campaña, la oposición del sexenio pasado, los padres que se dejaron utilizar y muchos medios.
Más triste es que, sólo porque Peña les caía mal (por considerarlo lo que lo consideraran) millones se dejaron llevar por la farsa del actual presidente en campaña, la oposición toda del sexenio pasado, los padres que se dejaron usar y muchos medios.
Millones se negaron a creer lo que sucedió realmente, aunque les fueron presentadas pruebas fehacientes: policiales, judiciales, políticas, científicas.
–Los estudiantes fueron secuestrados, asesinados, incinerados y arrojados al río San Juan, por el Cártel Guerreros Unidos, al creerlos miembros de Los Rojos. Y ocurrió en un municipio y un estado gobernados por el grupo político que hoy tiene la presidencia de República.
De ahí que no haya más que quitarse el sombrero ante la habilidad propagandística del actual mandatario y sus guardias rojos de Twitter, para inocular en la percepción ciudadana, que el caso Iguala era una triquiñuela del gobierno de Peña.
Cuando, en verdad, el Caso Iguala nació con la marca del grupo político que gobierna hoy: castrochavista y pasivo ante el narco:
—La Normal de Ayotzinapa estaba y está copada por los cárteles. Ha sido semillero de movimientos guerrilleros procastristas.
—Los estudiantes fueron desaparecidos por orden del alcalde morenista José Luis Abarca, porque sabotearían un acto en el que su esposa presentaría su candidatura para sucederlo.
—Morena quitó a su candidato al gobierno de Guerrero a Lázaro Mazón, por su relación con Abarca.
—Siendo alcalde de Iguala (1996-99 y 2002-05), Mazón tuvo como secretario de Seguridad Pública a Felipe Flores, que estaba a las órdenes de Guerreros Unidos. Flores también fue jefe policiaco de Abarca.
—Como senador, Mazón postuló a Abarca para alcalde, y tenía el encargo de recolectar dos millones de firmas para la consulta popular en materia energética, impulsada por el actual presidente.
—La crisis en Iguala inició cuando Abarca, con sus compinches del crimen organizado, asesinó al activista de izquierda Arturo Hernández Cardona.
Pero de nada sirvieron las pruebas irrefutables del mejor laboratorio del mundo en pruebas de ADN, el de la Universidad de Innsbruck; las de peritos, la UNAM, Imperial College de Londres, Oficina Forense de Norfolk, el Departamento de Bombero de NY…
El triunfo de la propaganda del actual presidente en el Caso Iguala fue el huevo de la serpiente de las ponzoñosas Mañaneras de hoy: echó una cortina de olvido sobre las responsabilidades políticas de su movimiento en el hecho.
Pocos vieron cómo incubaba aquel huevo de serpiente. Y a varios los echaron de sus medios.
