Raúl Flores Martínez.
Alguien sabe dónde está el flamante gobernador de Michoacán, Alfredo Ramírez Bedolla en estos 12 días del inicio del 2024, quizá aún sigue de vacaciones en otro estado del país o el extranjero, mientras que la entidad que supuestamente gobierna se hunda cada día más en la inseguridad.
Algo que llama la atención, es que en los primeros 10 días de este nuevo año, ya se tienen 65 homicidios de acuerdo con las estadísticas del gobierno Federal que se dan a conocer en la mañanera de López Obrador, 65 muertos generados por la lucha entre las células del crimen organizado.
Un año negro para Michoacán que, en los municipios de la zona de Tierra Caliente, cómo Buenavista, Tomatlán y Aguililla entre otros, el crimen organizado sigue haciendo de las suyas con apoyo de las autoridades.
Resulta que los sicarios de Los Viagras, son muy emprendedores y comenzaron a tirar todas las antenas de empresas dedicadas a las telecomunicaciones que ofrecen el servicio de internet con la finalidad de utilizar las que ellos instalaban para obligar a los usuarios a pagar sus tarifas.
Es decir, el internet ilegal del crimen organizado generaba ganancias mensuales de 4 millones de pesos, y el pago de los usuarios oscilaba arriba de los 500 pesos por el servicio.
Las cuotas impuestas a la fuerza por medio de amenazas que van desde si no contratas te mueres, amenazas que siguen surtiendo efecto a pesar de las constantes denuncias que se reciben diariamente sobre estos hechos.
No se puede negar que la entidad ha repuntado para ser la ciudad más violenta del país, no es una alucinación que Michoacán se pudre entre las guerras intestinas del CJNG, Cárteles Unidos, Viagras, Familia Michoacana, Caballeros Templarios.
Una guerra intestina que afecta por igual a empresarios, productores y sociedad civil qué han sido abandonados por las autoridades de los tres niveles de gobierno, pobre Michoacán con sus gobiernos de Morena vinculados con el crimen organizado.
Si alguien ve al flamante gobernador Alfredo Ramírez Bedolla, díganle que el estado que gobierna se está cayendo a pedazos por el crimen organizado, díganle que los ciudadanos se han quedado abandonados, mientras él goza la vida con el presupuesto gubernamental.