Carlos Arturo Baños Lemoine.
En su conferencia de prensa matutina del lunes 08 de enero, el Tirano de Macuspana, Andrés Manuel López Obrador, se refirió a la Diputada Federal Salma Luévano como “un señor vestido de mujer”. Y por supuesto que no le faltó razón al dictador, aunque hoy se desdijo presionado por el fascista lobby LGBTIQ+3.1416…
Seamos objetivos, mis amigos: la Diputada Federal Salma Luévano es una entidad individual de la especie humana que, por estúpidos, caprichosos, convenencieros y aberrantes artilugios jurídicos, “debe” ser considerada legalmente como “mujer” aunque su estructura cromosómica XY la defina clara, objetiva, indubitable, irrefutable y contundentemente como varón… ¡porque la biología es la biología!
Aquí se respeta el Derecho vigente, sin duda alguna. Pero, después y cuando así nos parece, pasamos a analizar, criticar y rechazar todas las imbecilidades y los desvaríos mentales que el Derecho vigente ha introducido en los tiempos actuales.
Sí, por supuesto que el asunto ése de “los trans” se trata de un nuevo conflicto entre las dos grandes corrientes históricas del Derecho: el iusnaturalismo y el positivismo.
Los iusnaturalistas parten del principio de que las leyes humanas no deben ni pueden contravenir las leyes naturales, dejando a la razón humana, a la razón científica, la tarea de estudiar a fondo y sistemáticamente el mundo objetivo para descubrir tales leyes naturales o, al menos, para aproximarse lo más posible a ellas. Los positivistas, en cambio, consideran con brutal simpleza que debe ser aceptado como “válido y legal” todo aquello que las instancias legislativas y judiciales establezcan como tal. Así de fácil.
No les quepa la menor duda, mis amigos: yo soy iusnaturalista y, por eso, me parece repugnante que el Derecho vigente de nuestro país se someta a los caprichos humanos de mentes desordenadas, subjetivistas y fascistas, pasando por encima de la naturaleza objetiva que nos rodea y pasando por encima de los principios científicos más consolidados a lo largo de la historia de la humanidad.
Justo por ello, me sumo a todas las voces que reclaman la desaparición de todas las aberraciones jurídicas asociadas a esa magna estupidez de la “identidad autopercibida”; estupidez que ha sido avalada incluso por la mismísima Suprema Corte de “Inmundicia” de la Nación, que, hoy por hoy, vive su peor etapa positivista; sobre todo a raíz de que se ha dejado contaminar por la anti-científica “ideología de género”, la cual engloba a la mitología feminista y al rollo “diverso-sexual”.
Creo que, por primera vez en su gestión, Andrés Manuel López Obrador dijo una verdad contundente y, justo por eso, no me extraña que se haya desdicho de ella, porque la verdad nunca será patrimonio de los dictadores.
Facebook: Carlos Arturo Baños Lemoine
Twitter: @BanosLemoine
YouTube: Carlos Arturo Baños Lemoine
Instagram: banos.lemoine
https://banoslemoine.wordpress.com/
Esta videocolumna de análisis, crítica y opinión es de autoría y propiedad exclusivas de Carlos Arturo Baños Lemoine. Se escribe y publica al amparo de los artículos 6º y 7º de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. Cualquier inconformidad canalícese a través de las autoridades jurisdiccionales correspondientes.