Carlos Arturo Baños Lemoine.
Resultaba esperable. Las estúpidas e irresponsables instituciones de dizque educación superior le han dado demasiadas alas a la mitología feminista. El feminismo es un cáncer social y pudre todo lo que toca. El feminismo es una ideología dogmática, totalitaria y gansteril, por lo que la anticiencia, el irracionalismo y la violencia ilegítima son sus signos distintivos. Menso o cómplice quien no vea la verdad sobre el feminismo.
A fines de la semana pasada, un video se volvió viral. Éste daba cuenta de una agresión, en pandilla, en contra de un docente de la Vocacional 8 del ahora Instituto “Politétrico” Nacional (IPN). El profesor se hallaba dando su clase cuando una pandilla de feminazis encapuchadas se introdujo violentamente en el aula respectiva; esto para llevar a cabo un “juicio sumario” en su contra, con base en acusaciones no demostradas de acoso sexual y de amenazas.
A la usanza de los peores y más aborrecibles regímenes totalitarios de la historia contemporánea, como la Italia fascista, la Alemania nazi, la China maoísta, la Cuba castrista y la Camboya polpotiana, dicho profesor fue “juzgado y condenado” por la Santa Inquisición Feminista sin prueba fehaciente alguna para, después, ser golpeado salvajemente por las pandilleras feminazis. Lo golpearon hasta que quisieron porque la seguridad en la Vocacional 8 del Instituto “Politétrico” Nacional (IPN) es una basura. ¡Vaya violación flagrante al artículo 17 constitucional dentro del propio IPN!
Ustedes recordarán que yo fui el único periodista en todo México que dio a conocer el Caso Aarón, un estudiante de la Unidad Lerma de la Universidad Autónoma “Mensopolitana” que también fue agredido por una pandilla de feminazis en dicho plantel. De hecho, en ese plantel de la UAM existe y opera una célula del fascista Bloque Negro, ante la mirada blandengue, y quizá cómplice, de las “autoridades universitarias”.
Y agréguenle todos los ataques terroristas de las feminazis y sus “aliades” en los CCHs de la Universidad Nacional “Autótrofa” de México (UNAM), como el ocurrido hace apenas un mes en el CCH Sur, el cual mandó al hospital a un par de trabajadoras.
Para colmo, el IPN ha iniciado una investigación en contra del profesor salvajemente golpeado, no así en contra de las pandilleras golpeadoras: en esa basura de institución llamada Instituto Politécnico Nacional (IPN) pesa más el rumor que la prueba.
Se necesita ser muy ciego, muy cobarde o muy estúpido para no ver lo evidente: en México, las instituciones de “educación superior”, como el Instituto “Politétrico” Nacional (IPN), han dejado de estimular el desarrollo de la ciencia y el ejercicio de la razón para convertirse en vulgares centros de adoctrinamiento, de propaganda, de reclutamiento y de operación política de sectas fascistas al servicio de la “ideología de género”. ¡Sinceramente, sería mejor que esas instituciones dejaran de existir!
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