Carlos Arturo Baños Lemoine.
El trans-fascismo nuevamente se hizo presente en la Cineteca Nacional. Era esperable: el trans-fascismo busca espacios idóneos para ejercer el victimismo chantajista y la delincuencia impune. Obvio: ya le tomó la medida al régimen populista-militarista de AMLO y a la blandengue sociedad mexicana.
El trans-fascismo continúa imponiendo la “ideología de género” en todos los espacios públicos y privados de México, sin que nadie le ponga un alto.
Una pandilla de “mujeres trans” protestaron, el pasado jueves 26 de octubre, en la Cineteca Nacional, irrumpiendo con lujo de violencia en el Segundo Festival Internacional de Cine Transfeminista. Aprovecharon la ocasión para, incluso, destruir la pantalla de una de las salas de la Cineteca Nacional: delito de daño a la propiedad pública con la agravante de haber sido cometido en pandilla.
Pero el trans-fascismo se sabe impune, razón por la cual hace lo que se le pega la gana. Claro, así proceden todas las pandillas que se adscriben a las ideologías dogmático-totalitarias. No existe, pues, un Estado de Derecho.
Recuerden, mis amigos, que ese movimiento dogmático, totalitario y gansteril ha crecido al amparo de todos los partidos políticos, incluido el PAN, y de la Suprema Corte de “Inmundicia” de la Nación: como todos se sienten muy “progres”, le dicen que “sí” a todo lo que imponen las sectas fascistas de los “diverso-sexuales”.
Contra la ciencia, contra la biología, contra la democracia y contra el sentido común, el trans-fascismo pretende inocularnos su esquizofrenia política: si a un varón se le pega la gana considerarse mujer… ¡jódase la sociedad! Y si usted no se presta a esa vacilada, será condenado, perseguido, reprimido, multado, denostado, agraviado, etc.
Por supuesto que ustedes saben muy bien, mis amigos, que aquí respetamos el Derecho vigente, lo que no nos impide criticarlo. Hoy en día, nuestro estúpido Derecho nos obliga a reconocer como “mujeres” a varones maquillados, travestidos, hormonados, mutilados y siliconados.
Asumimos el Derecho vigente, ni duda cabe, para después rechazarlo por ser opuesto a la naturaleza, a la ciencia, a la biología, al sentido común, a la objetividad y a la salud mental.
Desafortunadamente, todos los partidos políticos se han tragado la basura mental de la “ideología de género”. Tómenlo en cuenta, mis amigos, para las próximas elecciones.
¡Anulismo y abstencionismo serán las mejores opciones electorales para el 2024!
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Esta videocolumna de análisis, crítica y opinión es de autoría exclusiva de Carlos Arturo Baños Lemoine. Se escribe y publica al amparo de los artículos 6º y 7º de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. Cualquier inconformidad canalícese a través de las autoridades jurisdiccionales correspondientes.
