Jorge Miguel Ramírez Pérez.
Tal vez algunos puedan pensar que se exagera cuando se habla de la imposición de una secta en el gobierno mexicano, porque el público en general no está familiarizado con este tipo de esquemas de manipulación, control físico y mental.
La mayor parte de la gente cree inconcebible que existan tipos empeñados a tener poder sobre las personas de manera atroz, por eso se deben analizar las características sobresalientes del fenómeno sectario, para entender como se configura esta alimaña gigante que adoctrina y somete a los pobladores para mantenerse en el poder, por medio de difundir el odio hacia sus competidores políticos, como estrategia de cohesión de adeptos.
Todas las sectas como regla general al principio, parecen inofensivas y hablan de “esperanza” una palabra del léxico religioso: ofrecen felicidad a los que engañan con falsas promesas de un mundo ideal, que cada quien se imagina como se le ocurre. El hecho es, que en cierta etapa, cuando maduran sus primeros objetivos de control social, salen a relucir sus fauces y su hambre de dominación. Por eso se deben de estudiar con cuidado, las manifestaciones políticas cuando se van transformando como manifestaciones religiosas, perdiendo el objetivo político de mejorar el gobierno, trocándolo paso a paso por el culto y veneración a un líder narcisista, extremadamente ególatra; que no admite ninguna versión de nada, que no salga de su mente enredosa y absolutamente maligna por adueñarse del poder político, que le pertenece a los ciudadanos. Hay que ver las similitudes del comportamiento de los líderes de sectas de manera puntual, para entender el juego retorcido de ese tipo de liderazgo.
Por eso para darnos algunas luces sobre el fenómeno Peter Dinklage el afamado productor de la serie “Como convertirse en líderes de Sectas” de Netflix, quien también fue protagonista de Juego de Tronos, identificó una estructura de seis pasos para lograr el insano propósito de dirigir una secta: 1) Sentar las bases; 2) hacer crecer el rebaño; 3) cambiar su forma de pensar; 4) prometer la eternidad; 5) controlar la propia imagen; y 6) alcanzar la inmortalidad.
1. El principio es sentar las bases para atraer a gente resentida, soñadora o en desventaja social desarrollando un discurso simplón de lucha y comportándose como un líder radical. En este aspecto, Obrador aprovechó el discurso cubano que era popular, y una serie de apoyos del echeverrismo, como del exgobernador de Tabasco, Enrique González Pedrero; Ignacio Ovalle secretario particular de Echeverría, el mismo que salió con desfalco de más de 8 mil millones de pesos de Segalmex, en este gobierno saliente, sin ninguna consecuencia legal; convirtiéndose en un líder inventado e inflado, para fines manipulatorios del PRI negro; donde fue presidente de ese partido en su natal Tabasco, en 1983. En 1988; Obrador se cuela de la mano de echeverristas como Muñoz Ledo y Manuel Bartlett, estructuradores del Frente Democrático Nacional, con la izquierda taleguera, con los partidos oficiales de Gobernación: PARM, PST, PPS y la Corriente Democratizadora del PRI que después se convirtió en el PRD. En ese cambio cosmético, Obrador, durante Salinas, se alquiló a través de Manuel Camacho, para formar un movimiento que pudiera penetrar al PRD para sacar de la mente de las personas el nombre de Cuauhtémoc Cárdenas, que tanto incomodaba a Salinas ya como presidente. Obrador tuvo su oportunidad y armó la toma de pozos petroleros donde hubo indígenas chontales sacrificados, mismos que abandonó. Le permitieron sus jefes priístas, actos vandálicos destructivos, en aras de arrebatarle a Cárdenas, el liderato de las tribus izquierdizantes, lo que logró mediante Muñoz Ledo, y ante la escasez de otros competidores y gracias a Graco Ramírez, logró acercarse a Cuauhtémoc, y ganarle en los afectos que tenía por Rosario Robles, impulsada por su hijo. Su meta por desplazarlo, y apoderarse del PRD fue resultado de una serie de traiciones que parecieron impecables, el sistema, pensó que le deberían dejar ser Jefe de Gobierno del Distrito Federal, de manera ilegal, aún cuando no acreditaba el requisito de residencia suficiente en la capital; pero el proyecto era hacerlo rivalizar mas adelante con Cárdenas para arrebatarle la amalgama izquierdista y de expriístas que con Cuauhtémoc intentando ser presidente, era repetir una dosis de desespero inconveniente. El comportamiento de doble cara siempre fue constante, y se alió con Carlos Slim y siguió esa política abierta o por debajo de la mesa con los grupos neurálgicos del PRI como el grupo Atlacomulco y con Peña Nieto, de manera sobresaliente en dos ocasiones, destruyendo la alianza del PRD con el PAN, que ponía en riesgo la pérdida del PRI en Edomex, rompiendo con los intereses pactados por su propio partido, lo que le fue compensado con el apoyo del registro de un nuevo partido, Morena de parte de Peña Nieto. En este punto Obrador era la quinta esencia del político de perfil marrullero. La segunda ocasión, aunque Delfina Gómez le ganó a Del Mazo, Obrador cumplidor, le cedió el poder político y en cambio tuvo el reconocimiento del grupo Atlacomulco, pero estaba pactado que tenían que cederle en esta última votación el poder a una de las sacerdotisas más leales, la disciplinada: Delfina Gómez.
2. Hacer crecer el rebaño. En las andanzas del juego doble, Manuel Camacho Solís le acercó a Obrador, dirigentes del movimiento del sismo de 1985, como René Bejarano y Dolores Padierna; del CEU al grupo vandálico de fósiles, que azoló la UNAM desde 1986 hasta el año 2000; se sumaron porros incondicionales: entre ellos a Carlos Imaz, a su esposa, Claudia Sheibaum, al médico Hugo López Gatell, y otros impresentables como el actual Jefe de Gobierno de la CDMX, Martí Batres; en ese entonces, todavía el proyecto era de tipo político. Incorporo para iniciar su sexenio a exfuncionarios que despepitaran todo de sus antiguos jefes y amigos, como Alfonso Durazo, gente de la mayor confianza de Vicente Fox, a Germán Martínez, antiguo incondicional de Felipe Calderón, o como el empresario Alfonso Romo, amigo de Salinas, entre otros. Hay que recordar que Obrador definió su participación por tercera vez, a la presidencia; bajo el padrinazgo de Peña Nieto, con el teatro que escenificó, un espurio procurador de la República, Alberto Elías Beltrán, para supuestamente encarcelar a Ricardo Anaya.
3. Cambiar la forma de pensar. Fue en la campaña del 2018 cuando cambió Obrador su agenda y empezó una estrategia de controlar a líderes religiosos para hacerse fama de santón, de iluminado, y en su proyecto de gobierno, salió con la embajada de que su proyecto iba a cimbrar al mundo, con la transformación que a falta de definición clara, nombró como 4T; dando a entender que era un perturbado que buscaba ser deificado de modo mundial, fue cuando se evidenció que traía una agenda paralela con líderes religiosos, entre ellos Arturo Farela, que se auto enaltecía como controlador de siete mil iglesias evangélicas, cifra nunca, ni en sueños, dirigidas por Farela; con Hugo Erick Flores, manipulador de liderazgos religiosos, por medio del Partido Encuentro Social; de sacerdotes descalificados como el sedicente seudo sacerdote Alejandro Solalinde, que avaló una sátira de un Nacimiento donde disfrazaron la cara del niño con la de Obrador; grupos masónicos de la Gran Fraternidad Universal, y chamanes de toda índole. Fue con esa agenda, donde Obrador cambia en lo oscuro, el rumbo político, para adquirir como objetivo una investidura mística; fomentando toda la hechicería y superstición, incluso en actos públicos; como fue su ritual pagano indígena frente al atrio externo de la Catedral al tomar posesión de la presidencia. De hecho, ya se sabía que sus consejeros santeros, le recomendaron el nombre de Morena, a su partido, por las implicaciones subliminales, que le representaba ese nombre en alusión a la Guadalupana. El cambio no fue detectado por los medios, lo siguen viendo sin religión. Obrador empezó a crearse una imagen de milagrero, y hablar de Jesucristo, pero no como Salvador y Señor, sino parecido a como lo ven en la Teología de la Liberación, un Jesús reducido a ser justiciero de los pobres. En ese contexto dijo Obrador ser cristiano, sin que en realidad se inscriba en ninguna práctica del cristianismo, que, por cierto, desconoce.
4. Prometer la eternidad. López Obrador da a entender que los cambios que, según él, ha realizado le dan una proyección sobrenatural, y que todo lo que los mexicanos deben hacer es votar por un modelo de continuidad, el suyo, que equipara a los de la independencia, reforma y revolución; La gente empieza a reverenciarlo, bajar la cabeza, le besan las manos, y desde que asumió el poder les enseñó a sus adeptos ubicarse como mascotas, incluso entonando ese estribillo, “es un honor estar con López Obrador” como si fuera una deidad a venerar. Sus adeptos mas cercanos ya parecen que alcanzaron su Nirvana, todos conocen el mundo, viajan a expensas del erario, hacen negocios turbios y no les pasa absolutamente nada. Por supuesto, sí quieren seguir una eternidad en esa ratería infame.
5. Controlar la propia imagen. Este asunto es el propósito de las mañaneras, de manera que a través de este protocolo seudo informativo, polariza a la gente: en este cuento, él encabeza a los buenos, mientras que a todos los que no se prestan a su adoración, de inmediato los denomina malos, y son fustigados, vilipendiados y humillados. Una especie de Corte de los Milagros, donde falsea la información y niega los datos que le causen mala imagen. Promueve desde el Palacio reacondicionado a todo lujo, una política que esa no cambia, que es constante, la del odio a los que no comulgan con su credo. Las redes dan cuenta de un ciudadano mexicano, que fue impedido ser rescatado en Israel en este conflicto, porque checaron que era crítico del obradorato, en sus redes personales. Le dijeron, quédate aquí no estás conforme con el gobierno de Obrador.
6. Alcanzar la inmortalidad. Para Obrador la inmortalidad de su obra política, vociferar contra las potencias de Occidente, enfriar relaciones con los socios de México, alentar y financiar dictaduras, incrementar el crimen organizado, distraer al Ejército y a la Marina, con chambas de la burocracia, quitarles autonomía a los poderes CNDH, INE, INAI, o desapareciendo algunas oficinas como la Financiera Rural, o el FONDEN; que acusó de inmensa corrupción y no hubo un solo detenido hasta la fecha. Atacando al Poder Judicial, defensor de la constitucionalidad de los actos públicos y garante de la profesionalidad de los jueces, en pocas palabras, destruyendo instituciones, que es lo suyo, lo verdaderamente suyo; y ser recordado, pero no conforme a la inmensidad de los daños causados; nó, el tlatoani del culto, exige que su labor destructiva deba ser continuada por otro sexenio o mas tiempo; por eso, el señalamiento de un interés enfermizo por dejar una adepta de la secta, que se amolda para recrear en la gente la necesidad de votar por alguien, que comparta sus ideas y sus fobias, porque se le hace necesario, después de la serie de barbaridades cometidas, que su movimiento se mantenga en el ciclo de impunidad permanente.