Rubén Cortés.
Este presidente es sensacional. Sobre el Caso Iguala, dijo en campaña: “El reclamo debe ser a las Fuerzas Armadas, que intervinieron en ese crimen”. Pero ayer, como presidente, dijo: “Sí, tienes razón, defiendo al Ejército y defiendo a las Fuerzas Armadas”. Y le creen.
Su control del discurso y manejo de medios son de otro nivel: un maestro. Hoy dice exige: “¿no jueguen con los sentimientos de los padres de los 43”. Pero quien más ha jugado con eso es su grupo político, que llegó al poder manipulando el Caso iguala.
El tres de mayo de 2018 en Nueva York, siendo candidato presidencial, el señor Antonio Tizapa, padre de uno de los 43 jóvenes de Ayotzinapa, le reclamó su apoyo político del alcalde de Iguala, José Luis Abarca, autor intelectual del crimen de los estudiantes.
“Cállate, eres un provocador. El reclamo debe ser a las Fuerzas Armadas, que intervinieron en ese crimen”, le respondió el futuro presidente. A la vez, culpó al Ejército de masacrar al capo y a 11 sicarios del cártel de los Beltrán Leyva.
“Tengo información de que murieron jóvenes, algunos menores de edad, seres humanos, fue una masacre, y eso lo vamos a investigar cuando lleguemos al poder”, dijo el entonces candidato en abril de 2018.
Sin embargo, el 18 de septiembre de 2020, ya en el poder, le ganó la risa al mostrar en su conferencia matutina la imagen de una matanza de ocho, durante un velorio en Cuernavaca: “Jejeje, ahí están las masacres”.
Sí, el político alrededor de quien ha girado la política en el país desde el año 2000 y que hoy es presidente, tiene un éxito rotundo en ofrecer declaraciones a la carta, al estilo de si, no te gustan estas declaraciones, tengo otras.
Por ejemplo, sobre el Caso Iguala, dijo en la campaña presidencial de 2018: “Voy a solicitar al Poder Judicial, como poder independiente que es, que reafirme la sentencia para que se pueda constituir la comisión investigadora en este caso de Ayotzinapa”.
Pero, ya en la presidencia, dice que el Poder Judicial no sirve para nada, que está podrido, y hay que llevar a cabo una reforma para que la sean gente, y no el presidente, quien decida cómo deben ser elegidos los ministros y ministras de la Corte.
Y, el 30 de marzo de 2022, dijo que “es muy difícil que Peña Nieto no supiera del caso Ayotzinapa”. En cambio, ayer cambió de parecer: “Peña Nieto no tuvo nada qué ver con la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa”.
La máxima de Mencken:
“El demagogo es quien predica doctrinas, que sabe que son falsas, a personas que sabe que son idiotas”.