La Secretaría de Salud, a través del Centro Nacional para la Prevención y Control del VIH y el Sida (Censida), presentó el Manual de autocuidado de la salud en el trabajo sexual, con el propósito de fortalecer las medidas de prevención del virus de inmunodeficiencia humana (VIH) y otras infecciones de transmisión sexual (ITS), así como evitar la discriminación y promover los derechos humanos.
Durante la presentación del manual, la directora general del Censida, Alethse de la Torre Rosas, informó que el documento sintetiza las acciones de autocuidado más apremiantes en las personas que ejercen el trabajo sexual.
Indicó que, a través del manual, se orienta e informa sobre el derecho a la atención médica y el respeto de sus derechos humanos para su bienestar físico, mental y social.
Enfatizó que es necesario reconocer a las personas que ejercen el trabajo sexual, proteger sus derechos humanos, no dejarlos atrás y hacer frente a la lucha contra la pandemia del VIH, el estigma y la discriminación.
La titular de la dirección general de la Coordinación de los Institutos Nacionales de Salud y Hospitales de Alta Especialidad (CCINSHAE), Carla del Carmen Toledo Salinas, puntualizó que la responsabilidad del gobierno es garantizar el acceso a servicios de salud seguros y justos.
En este sentido, las y los trabajadores sexuales tienen derecho al acceso regular a servicios médicos y de salud mental, pruebas de detección y educación sexual.
El representante del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (Issste), Jesús Gaytán Martínez, informó que, en México, 360 mil personas viven con VIH, de las cuales, 76 mil son mujeres. Añadió que el Manual de autocuidado de la salud en el trabajo sexual está enfocado en la promoción de los derechos humanos y el cuidado de la salud, no sólo en cuanto a la prevención y tratamiento de ITS, sino diabetes, hipertensión y sobrepeso, entre otras.
La subdirectora de Análisis Legislativo del Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred), Luisa Paola Flores Rodríguez, recordó que las personas trabajadoras sexuales no están exentas de sufrir estigma, que trae como consecuencia la deshumanización y desvalorización de la persona, e incluso invisibiliza sus derechos humanos y condiciones de vida.
La presidenta de Brigada Callejera de Apoyo a la Mujer “Elisa Martínez”, Elvira Madrid Romero, explicó que en el manual se expone el trabajo realizado por parte de las personas promotoras de salud a lo largo de los últimos 10 años, quienes han puesto en marcha las iniciativas de autocuidado más efectivas para prevenir las ITS, así como acciones de promoción de la salud en este rubro laboral, como las pruebas de detección.
Señaló que el trabajo sexual debe abordarse con visión de género debido a que, de acuerdo con sus cálculos, 75 por ciento de las personas que realizan esta actividad son mujeres cisgénero; 20 por ciento son personas transgénero y cinco por ciento son hombres.
Con esta visión, mencionó que en la comunidad que ejerce el trabajo sexual existe conciencia sobre la importancia de la prevención y la salud sexual; no obstante, el estigma y la discriminación asociadas a su labor continúan siendo una barrera para que accedan a los servicios de atención médica integral.