Raúl Flores Martínez.
Zacatecas y Nuevo León, tienen algo en común en los últimos meses, la creciente violencia por el crimen organizado que no da tregua a los ciudadanos que ceden ante sus amenazas, ejecuciones o enfrentamientos.
El Cártel del Noreste dejó Tamaulipas para llegar de lleno a estás dos entidades de manera silenciosa y de complicidad por las autoridades estatales, que bien saben de los movimientos de las células del crimen organizado.
De acuerdo con informes de las Fuerzas Armadas en Zacatecas con el secuestro de los 7 jóvenes, se puso en evidencia que en la comunidad de Malpaso de donde fueron levantados, está a 26 kilómetros de la ciudad de Zacatecas, en esta zona se han localizado diversos campamentos del crimen organizado, lo cual ya tenía conocimiento el gobernador David Monreal.
Mientras esto pasa en Zacatecas en Nuevo León, las cosas no son muy distintas. Los bloqueos del crimen organizado, los ejecutados y los enfrentamientos entre las células del Cártel del Noreste con las del Cártel del Pacífico siguen dejando sus muertos, una cuota para el gobernador que está más enfocado en quererse candidatear para la Presidencia del País.
No es un secreto que casualmente, las entidades que gobierna Morena, son donde más se ha incrementado el actuar del crimen organizado, entidades donde las masacres, los secuestros masivos y las ejecuciones se están dando bajo la complicidad de una Cuarta Transformación que se negó a poner en marcha una estrategia de seguridad contundente contra el crimen organizado.
Cómo siempre las malas decisiones de los gobiernos de los tres niveles de gobierno, las pagan los ciudadanos que ya no pueden poner un negocio lícito porque de inmediato la corrupción de los funcionarios y el cobro de piso de los criminales, lo llevan a la quiebra.
Los ciudadanos son los que siempre salen perdiendo, sino pregúnteles a las familias de los jóvenes secuestrados en Zacatecas o a los transportistas que les robaron sus camiones que fueron incendiados en Nuevo León, sin importar que sean de una empresa, los que manejan son ciudadanos que trabajan más de 12 horas para llevar el pan a sus mesas.
Algo que al Presidente y su absurda estrategia de seguridad, a los gobernadores David Monreal y Samuel García, no les importa, ellos tienen un gran equipo de seguridad que los vigilan hasta para ir al baño.
Es un hecho que tendremos en los próximos meses un incremento en la violencia, ya lo habíamos adelantado en meses anteriores; nadie creyó en su momento, ahora no queda otra que aguantar los embates del crimen organizado.
