Chile.- Exprisioneros que sobrevivieron al encarcelamiento del Estadio Nacional, el mayor centro de detención y tortura que existió en Chile durante la dictadura de Agusto Pinochet (1973-1990), volvieron a sentarse en los bancos de la gradería de la escotilla 8, donde hace 50 años vivieron los momentos más aterradores y siniestros de sus vidas.
Miguel Pizarro, de 71 años, pisó este sábado por primera vez las históricas banquetas de madera desde que el 1 de noviembre de 1973 lo trasladaron a otro centro de detención, después de haber pasado un mes ahí encerrado. Tenía 21 años y era militante comunista.
“Siempre evité volver porque hacia donde mire hay dolor: ahí llamaban a la gente para torturarla; ahí me encontré con unas niñas del Instituto Nacional de Estadística que habían sido todas violadas”, recuerda a EFE mientras apunta distintos rincones del recinto, hoy convertido en un sitio de memoria.
“Veo cuerpos torturados, gente con sus genitales quemados. Para mí, no es un campo deportivo, es un lugar de mucho horror”, añade.
EFE