Disfrutar de un rico chocolate mejora el estado de ánimo y brinda energía. No es por el azúcar que incluye, sino por los compuestos químicos naturales que posee el cacao. Éste se obtiene de los granos del árbol Theobroma cacao, de donde se saca extracto magro y manteca de cacao. Dependiendo de la concentración al mezclar estos componentes con azúcares, se obtienen tipos de chocolates: amargo (80 por ciento de cacao), de leche (20 a 25 por ciento de cacao) y blanco (sin sólidos de cacao).
El cacao tiene flavonoides, un tipo de antioxidante que favorece la presión arterial, la sensibilidad a la insulina, estimula la circulación de la sangre en el área del cerebro que promueve la memoria, previene el envejecimiento celular y los procesos degenerativos.
El chocolate no produce acné, por el contrario, puede mejorar notablemente la piel gracias a dos antioxidantes: fenoles y catequinas. Estos nutrientes regeneran la piel y reducen su inflamación, también contienen antioxidantes que luchan contra los radicales libres que causan el envejecimiento, suavizan las arrugas y mejoran la circulación. Además, no aumentan los niveles de colesterol-LDL, por lo que no inducen riesgo cardiovascular.
La relación entre el cacao-chocolate y el estado anímico es muy compleja. Existe evidencia científica de que el salsolinol es un alcaloide derivado de la dopamina (neurotransmisor causante de sentir placer) y se encuentra en el cacao. Comer chocolate con moderación y tener un estilo de vida saludable es una buena opción, tomando en cuenta que deben evitarse los chocolates altos en azúcares y bajos en cacao.