Jorge Miguel Ramírez Pérez.
“para que viendo, vean y no perciban;
y oyendo, oigan y no entiendan;
para que no se conviertan…” S. Marcos 4:12
Destaca un diario capitalino que los competidores para ser presidentes-marionetas de la 4T, afirman que gastaron solo un promedio de 20 mil pesos por evento. Una cifra no solo increíble sino muy ofensiva a los que podemos, usar todavía el cerebro.
Es una bofetada a toda la gente porque tiene ojos y escuchan las diversas noticias, donde se vio un derroche de dinero público tirado a la calle, literalmente con acarreos, viajes, propaganda, inserciones pagadas y toda la gama de gastos electorales, en unas campañas cínicas, que se denominaron “no campañas” para mostrar, dicen, músculo electoral, mas bien mostrando las miserias de un país tercer mundista en el mayor retroceso democrático, que ratifica que la gente con un bolillo con mayonesa corriente y doscientos pesos vende su alma al diablo y no se dan cuenta.
Y que pena que el IFE tan oneroso y tan defendido por la candidez de los ciudadanos, no sirva para detener o señalar con carácter, esta burla; no solo a los mexicanos que están acostumbrados y aman que se pitorreen en su cara, sino ante los críticos externos; que observan con el desdén propio, de quien no se deja embaucar con propaganda disfrazada de información, el pobre destino de la llamada y fracasada democracia mexicana; que acaba de demostrar que en México, no solo nadie le entendió a la democracia, sino que el gobierno impuesto por el entonces joven, Peña Nieto, principal impulsor de Morena y de su titiritero, de la manera más burda, levantaron este adefesio con toda la mala leche, para que lo poquito de democracia se cayera a pedazos. Y se cayó. Porque el vigilante de la seudo democracia ni se inmuta, ante las falsedades de una campaña asquerosa y manipuladora, para rendirle culto y homenaje masivo al dedo del hechicero de Palacio Nacional.
¿O me equivoco?
Porque claro que Peña Nieto fue el inventor de Morena, el partido que en su momento Lorenzo Córdova le otorgó reconocimiento, y que como era testigo y operador del IFE facilitó todo para encumbrar a López Obrador. Claro que el diablo así le paga a los que bien le sirven, y le dio una descalificada de antología, para que no soltara la sopa de la que era cocinero. Y como la política es lógica, sabía que esa información del origen del poder del mal institucional, no debería ventilarse en estos tiempos precisamente, cuando ya encarrerados en un objetivo dictatorial el Lencho y otros estorban.
Y tantos viajes de Córdova por todo el mundo ufanándose de que México era líder de las democracias, no solo mueve a risa, si no fuera por los cuantiosos recursos de los bolsillos de los contribuyentes falseando oficialmente la verdad; restaría que la gente abriera los ojos de esa farsa para atajar la farsa mayor que Morena, sigue con el dedo en el renglón de hacer más inútil y fantasioso el plan de sepultar la democracia por un INEMORENA, como es el plan enfermizo de la sede virreinal, llamada palacio nacional. Esa ocurrencia trata de usar todo el dinero posible, destinado a seguridad y servicios públicos, en comprar votos, el vicio que más se discutió en el pasado que había que exterminar y lo reviven para hacer injusta totalmente la competencia lectoral.
Y no solo eso, reviven desde la elección del 2018 el uso totalmente antidemocrático del poder para reventar opositores. Basta recordar como Peña Nieto, instruyó al Procurador encargado del despacho, habilitado expresamente a ese propósito, porque el Procurador titular no le entró, un tal Alberto Elías, para acalambrar en dos ocasiones a Ricardo Anaya; con acusaciones que no prosperaron judicialmente, pero sí electoralmente lo frenaron. En las dos ocasiones perdió impulso y como parece que algo se comió también, se vio acalambrado ante la opinión pública. Peña el intocable, le tendió la trampa.
Gracias a Peña perdió también a propósito con el PRI, con el buen Pepetoño Meade, un pollo inflado para aparentar pretensiones de gallo; que nada tenía que hacer, sino curriculum; porque ahora lo promueven para ser el de Hacienda dicen, si gana Xóchitl. Se olvidan que Peña está con Obrador forever. Una mano lava la otra.
¿Y no un buen número de gobernadores peñistas soltaron sus estados durante el obradorato y se pasaron a las filas de la 4T? Todo se ha hecho a pleno sol.
Una cosa es decir algo y otra muy distinta hacer algo que la contradiga. Los hechos relevan los discursos. Por sus frutos de corrupción los conoceréis.
Claro que las corcholatas, objetos inútiles una vez destapadas de las botellas, ni caso hicieron a las leyes, les vale una y dos con sal. Saben muy bien como reclutaron a la masa de diputados y alcaldes en todo el país en la elección del 2018, solo con dos requisitos: caíle con tu coperacha para Obrador de entrada, y consíguete un padrino que pague tu campaña y la de Obrador en este distrito o municipalidad; y no importa que tu padrino sea quien sea, incluso un hampón: por eso proliferan los cárteles y los mini y micro cárteles. Y para subsidiar a los padrinos, el gobierno dio becas sin to ni son, para que los muchachos tengan dinero libre para los vicios que no huelen, que ya no son de alcohol o cigarro, sino piedras, pastas y fentanilo, para muchos.
Entonces lo derrochado sin respeto de las leyes, es dinero que, en vez de ir a carreteras, baños en las escuelas, y servicios públicos se fueron en el gasto electoral, que según todavía no comienza.
El Movimiento Ciudadano se suma a la estrategia de esquirolear, con el jovenazo Samuel García. Dante y su patrón Amlo, felices, van a tener dinero también a manos llenas. Se trata de romperle el alma a los restos de la democracia. Nadie se indigna, al fin que con el INE no hay fijón.
La raza descerebrada dice en la encuesta del Reforma, que están aterrados, un 67% sienten que hay una inseguridad rampante; pero imagínese si no les falta algo en el coco; que el 60% apoyan a su dios mesiánico del palacio virreinal, están felices y no se dan cuenta que él mismo, es el responsable de la inseguridad. Ni como ayudarlos.