Por. Rubén Cortés
Hasta que le muestren una carpeta de investigación, pero Zoé Robledo no entendió el mensaje de su jefe de salirse de la sucesión en Chiapas: el sábado le escupió el pastel al gobernador, haciendo destapes en el estado, sin que nadie se lo pidiera.
El director del IMSS le dejó claro a su enemigo Rutilio Escandón, cuñado de A. A. López, que no estará al margen de la sucesión en su estado, aunque la caída del elevador en Playa del Carmen y el desvío de más de mil millones de pesos, lo hayan dejado fuera.
Pero, en el arranque en Chiapas de la encuesta para decidir candidato o candidata presidencial, Robledo fue a destapar para alcalde de Tuxtla Gutiérrez a Carlos Morales, un operador de Claudia Sheinbaum, aunque el gobernador apoya con todo a A. A. López.
Así como se llevan en Morena, suceda lo que suceda en la encuesta, ni el exsecretario de Gobernación ni el gobernador de Chiapas se van a quedar sin cobrársela a Robledo, quien carga con el escándalo de los millonarios contratos a Grupo P.M.
Robledo le firmó, a una tal Marisol González, cheques irregulares por más de mil millones de pesos, en un caso de desvíos que está por convertirse en el mayor escándalo de corrupción del sexenio, a medida que aparecen más documentos.
Fue por eso que el presidente bajó a Robledo de la carrera por gubernatura de Chiapas: para que arregle el desorden, pues Marisol González es alguien que, en 2016, era una habitante de un barrio pobre de Popotla, pero hoy vive en una mansión de las Lomas.
Sin embargo, Robledo se resiste a perder su posición de poder en Chiapas, donde su destapado para Tuxtla Gutiérrez, le había preparado una estructura de búsqueda de votos, que ahora pone en contra del gobernador y de A. A. López.
Intentar vender caro su revés en Chiapas es un juego arriesgado para Robledo, sobre todo porque los integrantes del grupo político que manda hoy en el país trazan sus compromisos de no agresión en la arena: o sea, se los lleva el viento.
Se ha publicado la anécdota de un empresario aliado que fue a reclamar y le respondieron que sí, nada más que ellos negocian a partir de carpetas de investigación y, en ese caso, ya le tenían dos, por lo que, a partir de eso, podían negociar.
Robledo tampoco gastó 282 millones de pesos asignados en el Presupuesto Federal para cambiar y modernizar elevadores del IMSS, y una niña murió en una clínica de Playa del Carmen, prensada en un elevador que no servía.
Pero no entiende el mensaje de su jefe, de salirse de la sucesión en Chiapas.