Un nuevo ataque con drones tuvo lugar este fin de semana en la sierra de Heliodoro Castillo, en el estado de Guerrero, dejando como saldo una persona muerta.
Algunos pobladores de la comunidad El Caracol que lograron tener contacto con el Centro de Derechos Humanos Minerva Bello informaron durante el sábado que mediante drones les lanzaron bombas de fabricación casera; el ataque empezó a mediodía y terminó a las 20:00 horas local, aunque se reanudó la mañana de este domingo.
Heliodoro Carrillo es parte de 11 comunidades de los municipios de Tlacotepec, Apaxtla, Cuetzala y Cocula, las cuales están siendo cercadas por el grupo criminal La Familia Michoacana que busca desplazar a Los Tlacos por el control de su base social y la zona minera.
Los estados de Michoacán y Guerrero son colindantes en el sur de México y eso ha hecho que el citado grupo delictivo se haya extendido a más de 10 municipios de Tierra Caliente y el norte de Guerrero.
El sacerdote y director de ese Centro, Filiberto Velázquez Florencio, explicó este domingo que “los pobladores están refugiados en los pocos cuartos de material (concreto) que hay construidos”, pues los artefactos explosivos logran dañar sus precarias viviendas de techo de lámina.
En mayo se registró el primer ataque en ese lugar y los 600 habitantes se desplazaron a Tlacotepec, sin embargo regresaron a su terreno porque es ahí donde tienen su único patrimonio.
También señaló que el 14 de agosto registraron otro ataque que causó destrozos y el derribó de un cable de alta tensión, y este fin de semana murió una persona que estaba de visita en esa comunidad.
Con información de EFE