Por. Raúl Flores Martínez
Con bombo y platillo el presidente Andrés Manuel López Obrador da a conocer sus spots por su Quinto Informe de Gobierno, spots donde da a conocer cifras alegres que solo en su mundo de fantasía suele tener.
En ningún spot acepta que el país se le fue de las manos, nunca aceptará que su ineptitud, terquedad y cerrazón llevaron al país al filo del abismo de la delincuencia organizada, que está desatada con el permiso gubernamental de la 4T.
Prueba de ello, son los constantes y cotidianos robos en las carreteras del país, si, esas que están a cargo de la seguridad de la flamante Guardia Nacional que nunca están en el momento exacto de los asaltos a los automovilistas y transportistas.
Qué tan mal está el país, que la policía de McAllen y Brownsville aconsejan a sus ciudadanos que tomen medidas de precaución adicionales, si son dueños de camionetas GMC Sierra o Chevy Silverado modelos 2019 al 2023, debido a que los delincuentes, se las están robando para llevarlas a Tamaulipas donde se vive una guerra intestina entre el Cártel del Golfo contra el Cártel del Noreste y otras organizaciones criminales.
Asaltos en carreteras que se tienen registradas por las mismas autoridades de la Guardia Nacional y del propio gabinete de Seguridad, ese al que diariamente acude López Obrador por las mañanas, pero no se hace nada.
De acuerdo con los datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública con información de las fiscalías locales y Fiscalía General de la República, las carreteras del Estado de México, Puebla, Guanajuato, Michoacán, San Luis Potosí, Jalisco, Hidalgo, Querétaro, Veracruz y Tlaxcala son donde se tiene el mayor registro de robos a conductores y transportistas.
Ya se tienen localizadas las carreteras, tramos y lugares donde se escabullen los delincuentes; sin embargo, cabe la pregunta ¿Por qué no se actúa contra los delincuentes? Una pregunta que se hacen diariamente cientos de usuarios que son víctimas o testigos de los robos en las carreteras del país.
Respuestas que, hasta el momento, no la tiene el propio presidente López Obrador o su séquito de besamanos que le siguen, mucho menos aquellos que le huelen el trasero y siempre salen a su defensa.
Ya es el momento que esta administración deje de creer que los mexicanos vivimos en la tierra de fantasía de la 4T, vivimos en un país donde el crimen organizado tomó el control de varios estados, tomó el control sin oposición, sin una oposición porque haya algunas deudas políticas que está pagando esta cuarta transformación.