Por. Rubén Cortés
Aunque es rico, Ricardo Salinas tiene algo que no se puede comprar: es feliz. Hace lo suyo a tiempo y sonriente. Le celebro eso. Y, ojo, me echaron de TV Azteca. Así que parafraseo: “Podré no estar de acuerdo, pero defiendo tu derecho a hacerlo”.
Por asunto de muy lícitas antipatías personales con la segunda al mando del partido gobernante, el INE pretende sancionar a Ricardo Salinas por violencia política de género, lo cual es un sinsentido, porque el INE es árbitro electoral, no árbitro moral.
Con esto, el INE puede estar está aceptando el encargo del gobierno de revivir la Cartilla Moral, que anunció el presidente para moralizarnos, en “el respeto a la persona, la familia, sociedad, la especie humana y la naturaleza”.
Y eso ocurre en momentos de una notabilísima parcialidad burocrática del INE en favor del gobierno, que se observa no sólo en la vista gorda a las campañas adelantadas del partido en el poder, sino en los besamanos de su titular en Palacio Nacional.
El pasado proceso electoral en el Edomex demostró que el INE es, hoy, sólo una oficina para instalar casillas y contar votos; no para aplicar el rigor de la ley electoral. Jamás se habían registrado tantas violaciones a normas y reglamentos, con su tolerancia.
Este INE (sin fuerzas para detener campañas adelantadas y violaciones al descaro por parte del presidente, corcholatas, secretarios y funcionarios), parece contento de cambiar sus funciones de árbitro electoral, por arbitro de la moral.
Porque quiere que el ciudadano Ricardo Salinas elimine de sus redes sociales 70 tuits ¡en 24 horas! Referidos a la política Citlalli Hernández, quien, a su vez, tiene otros tatos o más tuits referidos al empresario.
¿Qué rayos le importa al INE un tema entre particulares? Nada. Con esto, se está buscando una nueva chamba, porque ya no está haciendo bien aquella para la que fue creado: quiere ejecutar la Cartilla Moral.
Una Cartilla Moral que ya hasta está escrita. La redactaron Agustín Ortiz Pinchetti, Verónica Velasco, Enrique Galván y Jesús Ramírez, y fueron distribuidos 10 mil ejemplares en los templos de la Confraternidad Nacional de Iglesias Cristianas Evangélicas.
La Cartilla Moral fue impresa por la Comisión Nacional de Libros de Texto Gratuitos, y advierte estupideces a los jóvenes, como que el sexo es algo sucio: “El respeto a nuestro cuerpo nos enseña a ser limpios y moderados en los apetitos naturales”.
Porque es un régimen de changos con navajas: por un lado, los nuevos libros de texto representan la vagina como una botella, el pene como una jeringa y el semen como pintura blanca; pero por otro escriben cartillas morales que frenan los “apetitos naturales”.
Cuidado. El freno a Ricardo Salinas es contra todos.
No olvidarlo.
