Por. Patricia Betaza
Los expertos alertan: hay un auge de aplicaciones para hacer fotografías y videos falsos cada vez más realistas que se están utilizando incluso para hacer pornografía falsa que puede destruir vidas comunes y corrientes. Las mujeres, las más vulnerables.
¿Se acuerda usted de la imagen del Papa Francisco con un grueso y largo abrigo blanco que dio la vuelta al mundo? Después se supo que era falsa y que había sido creada por inteligencia artificial. Estas falsificaciones de fotos y videos se conocen con el término inglés de deepfakes.
Personajes de la política y del espectáculo se han visto afectados con imágenes y fotografías muy realistas, pero muy falsas. El peligro comienza cuando esas aplicaciones se utilizan para desnudar digitalmente a las mujeres o crear hasta videos pornográficos.
Una investigación de la Agencia France PRESS revela que el auge de la pornografía ultrafalsa está superando esfuerzos de Estados Unidos y Europa para regular la tecnología.
De acuerdo con AFP, las mujeres pueden ser un objetivo particular de las herramientas y aplicaciones de Inteligencia artificial, disponibles en forma gratuita y sin necesidad (aquí lo más preocupante) de tener conocimientos técnicos para hacerlas.
La proliferación de deepfakes o porno deepfake se convierte en una amenaza latente para personas que están en el ojo público y para los que no están.
El auge de estas herramientas de inteligencia artificial están aquí y lo peor: han superado la regulación.