Raúl Flores Martínez.
Algo pasa en Guerrero, sin importar el municipio o la zona turística, Acapulco, Chilpancingo o la zona de la montaña; no importa el lugar, la inseguridad va de la mano con la falta de un accionar del gobierno estatal y Federal.
Esta inseguridad se va contagiando en el llamado efecto dominó, una inseguridad generada por el crimen organizado que, a punta de bala y muerte, está paralizando algunas zonas económicas del país.
Hace un par de semanas estuve en el puerto de Acapulco, la vida se vive dentro de la normalidad, una normalidad con advertencias para el turismo de no salir o visitar determinadas zonas, sobre todo en la tarde-noche.
Incluso los elementos de la Guardia Nacional antes de la caseta de peaje de Chilpancingo detienen a toda camioneta que lleve más de cuatro tripulantes para solo darles una advertencia de no detenerse y acelerar por los constantes robos que se están dando en la autopista de sol.
Con esta incertidumbre viven los guerrerenses, sobre todo aquellos que viven del turismo, porqué quizá se tenga una disminución en la actividad turística por los hechos de violencia que se están dando en Acapulco y Chilpancingo, hechos que tal parece que para la gobernadora no parecen tener importancia.
De acuerdo con la Información Filtrada de funcionarios del gobierno de Evelyn Salgado, se rompió un pacto entre las organizaciones criminales que están asentadas en la entidad, sobre todo con el Cártel Independiente de Acapulco, que silenciosamente controla todo el puerto acapulqueño.
A unos días de haberse dado el banderazo de vacaciones, se ha reportado hasta el momento una ocupación hotelera promedio de 76 por ciento, con una afluencia de más de 382 mil turistas y una derrama económica estimada de 2,485 millones de pesos
Acapulco mantiene una ocupación promedio de 75.4 por ciento, destacando la zona Dorada del puerto que ha tenido un promedio de 83.1 por ciento de ocupación; en el destino la afluencia ha sido de más de 300 mil turistas que se hospedaron en hoteles y generaron una derrama económica estimada de 1,855 millones de pesos.
Afortunadamente los turistas llegan a Acapulco; sin embargo, se han dado algunos casos de violencia, robos, violaciones y secuestros que los mismos elementos de la Guardia Nacional los reportan a los visitantes, pero no hacen nada por una sencilla razón, “solo están de apoyo disuasivo”, es decir no intervienen durante un asalto o delito.