Por. Patricia Betaza
Hace unos días el Instituto Nacional de Estadística e Informática (Inegi) dio a conocer que en el 2022, 17 millones 400 mil personas mayores de 12 años sufrieron acoso cibernético. Aunque la cifra disminuyó con respecto al 2021, las mexicanas fueron las más afectadas por el ciberacoso con un total de 9.8 millones, mientras que los hombres afectados fueron 7.6 millones.
Estos datos del Inegi alertan: el grupo de edad más afectado por el acoso cibernético son las mujeres y hombres de 20 a 29 años de edad.
Los estados con el mayor número de casos fueron Tlaxcala, con 30.4 por ciento; y Yucatán y Tabasco con 27.9 por ciento, respectivamente.
La mayoría de las mujeres experimentó insinuaciones o propuestas sexuales o recibió material por internet con contenido sexual. Ambos sexos fueron víctimas de identidades falsas, una práctica común en la era de internet.
Las personas víctimas de acoso cibernético, padecen: rastreo de cuentas, amenazas de publicación información personal, fotos o videos. Mensajes ofensivos, críticas por la apariencia física o clase social.
WhatsApp, Facebook e Instagram fueron los principales medios por los que se cometió violencia digital.
De acuerdo con expertos, ser objeto de violencia cibernética genera, enojo, desconfianza, miedo, estrés, inseguridad y frustración.
La Ley Olimpia es un logro importante en México, porque define a la violencia digital como actos de acoso, hostigamiento amenaza, vulneración de datos o información privada, así como difusión de contenido sexual, sin consentimiento a través de redes sociales. Y castiga con multas y hasta cárcel, para quien cometa este delito. Sin embargo, es necesario prevenir y abarcar toda la problemática que puede existir en el mundo cibernético, donde las mujeres son las más vulnerables.