Carlos J. Pérez García.
Hacia el final de la vida, viene la muerte. Y de esos últimos años (pocos o muchos) nos da cuenta el número actual de la revista Nexos, con el título de portada La vida larga, y artículos como ‘Vejez: otra mirada’, ‘No hay país para viejos’. ‘El valor de la vida finita’ y ‘Dignidad de vida y muerte’.
Para mis fines, luego de la columna anterior titulada La Vida, destaco aquí sólo algunos puntos importantes: sobre todo, con la muerte y su antesala de vejez como culminación de la vida para quienes llegan a esa fase. En lo personal, oigan, conozco bien a muchos viejos y ahora batallo por conocerme a mí mismo.
Hay allí referencias a obras como La brevedad de la vida, en la que Séneca el Joven reflexiona en torno al “arte de vivir” e inicia con la frase “El tiempo que tenemos no es corto; es que perdemos mucho”, y asienta que somos nosotros los que acortamos la vida. La conciencia del propio final es bienvenida, y de allí el carpe diem de Horacio: “Aprovecha el día, no confíes en el mañana”.
La inmensa mayoría preferimos vivir “muchos” años, ante lo que las ciencias han incrementado décadas de vida… no siempre acompañadas de una calidad que implica medios para costearla, atmósferas seguras, servicios básicos de salud, y cierta compañía. Se trata de vivir con alegría, pero a menudo algunos de esos requisitos no están presentes.
Cerca de sus 84 años, Catón el Viejo seguía activo y aceptaba su edad “con filosofía”. Además, la vejez no siempre ha sido una carga, si bien en el planeta la cantidad de mayores de 65 años ya supera la de niños menores de 5 años.
El escritor Henry Miller estaba enamorado del mundo y publicó el librito Al cumplir ochenta, en el que refiere que era más feliz que cuando tenía 20 o 30 años: la curiosidad nunca le faltó, a la vez que siempre renovó su capacidad de asombro y de no tomar las cosas demasiado en serio. ¡No le tengamos miedo a la muerte!
Y para Marco Tulio Cicerón la postrera venía a ser la mejor edad, pero en nuestro país sin suficientes recursos económicos es una etapa sumamente difícil, de lo cual sacan ventaja los populistas. En 1935 la esperanza de vida era de 35 años y en 2019 de 75, con caídas en el actual sexenio.
* IGUAL, SE DESINFLA LA favorita del aspirante a tirano… en paralelo a que Xóchitl Gálvez (con gracia y una historia poderosa) crece y crece en diversos ámbitos. Aquella ha resultado muy irritable y de poco carisma (según un artículo de Los Angeles Times que ella misma distribuyó): una aburrida copia al carbón de su fallido valedor, y estos días fue sin duda contraproducente su defensa de la fatal gestión gubernamental de la pandemia: estupideces, más que mentiras.
Las pruebas en contra, no se hicieron esperar. Y tampoco olvidemos que el propio presidente había dicho que ese drama de tantas muertes le caía “como anillo al dedo” a su proyecto político personal. Ha sido aterrador, en verdad.
En las redes, al día siguiente, ella trató de escudarse: “Aunque a algunos les molesta que a México le vaya bien con AMLO…”, comenzaba. A partir de la libertad de expresión, yo me permití decirle: “A muchos no nos molestaría que a México le fuera bien con Amlo, pero resulta que nos ha ido bastante mal a los mexicanos (excepto a la actual mafia en el poder). Y nos iría aún peor si hubiera continuidad en tantos errores evidentes”.
Miren, en política no es frecuente que alguien asuma la frase “Valiente es el que dice la verdad, sabiendo que perderá todo”. Sería quizá tonto o suicida, ya que habría que dejar la política y claramente le interesa. Puede irse a otra ocupación, claro, pero en política más vale quedarse callado… con la excepción de algún eficaz demagogo que sabe de politiquería.
Es así, pues, que a los de la 4T los pone nerviosos y enojados que su principal opción caiga y la otra se fortalezca con un auténtico entusiasmo ciudadano. Amlo tiene razón en inquietarse, resaltan en el Wall Street Journal, y quedan a la vista riesgos para todos. Tendrán que ser muy cuidadosos del lado de X, e igual se requiere ubicación y cordura en lo que toca a C y sus apoyadores. Bueno, prefiero no elaborar más aquí sobre esto o el notorio responsable.
@cpgarcieral